Entre joyas y estrellas

Rosas rojas y zafiros: V

Seiya se removió incómodo. A su favor podemos decir que las sillas del lugar no estaban hechas para pasar tanto tiempo sentados. Sin embargo, no era la primera vez que estaban en esa sala de juntas. Seiya volvió a removerse y, sin dejar de mirar al frente, escribió en un papelillo que tenía a su lado.

-¿Por qué no ha llegado Yaten?

Taiki sólo se encogió de hombros. Seiya negó con la cabeza y decidió que era una mejor idea poner atención en las presentaciones que habían llevado las personas de mercadeo. En sus tiempos, cuando llegaron por primera vez a la Tierra, no habían hecho mucho más que magia para poder convencer a toda una ciudad de que ellos eran las estrellas del momento, ahora en cambio, no tenían la energía para hacerlo y de algún modo les parecía bueno tener algo de competencia justa si querían permanecer en la industria por un largo tiempo. Las personas encargadas de Relaciones Públicas parecieron aliviadas cuando les dijeron que Yaten llegaría tarde y parecieron darse prisa en todo lo que estaban diciendo, prometiendo darles una copia del material que estaban viendo con tal de no encontrarse al menor. Taiki estaba seguro de que la copia también le serviría a Seiya que miraba a la pantalla y asentía por inercia.

¿Sería posible que estuviera con Mina? Apretó los labios, su amiga parecía no haber mejorado en sus gustos por los hombres. No es que Yaten fuese necesariamente malo, ya no como antes, pero de ahí a que fuera un caballero había mucha diferencia. Se preguntó como lo estaría pasando con el tema de la galerista del que, según Seiya, pareció olvidarse porque tal vez no quería recordarlo.

-¿Seiya, crees que sea un problema para ti? - preguntó uno de los mánager.

-Pfff, claro que no.

Taiki rio por lo bajo y si Seiya no fuese tan obstinado habría preguntado de qué estaban hablando, pero se limitó a sonreír de lado.

-Las interacciones deben ser lo suficientes para que la prensa hable, pero no tanto para que las fans no se enojen. Si están saliendo, esto aligerará la situación en caso de que ... quieras salir con alguien más después, las fans se acostumbran. A las personas les gustan las historias de amor, después de todo.

-Y ustedes hacen bonita pareja.

Taiki volvió a reír por lo bajo y esta vez Seiya abrió mucho los ojos, incrédulo, pidiéndole a su hermano con la mirada que le explicara, pero éste sólo lo miraba sonriendo y sabía que si no hubiera nadie más en ese lugar, habría reído estrepitosamente.

-Si tienen dudas pueden hablar con los managers-continuó el jefe de RP-quedo al pendiente de sus ideas para el nuevo vídeo.

Cuando la sala estuvo vacía Taiki no pudo evitar soltar una carcajada que retumbó por todo el lugar.

-Te juro que, si no me explicas que pasa, voy a patearte.

Taiki volvió a reír ahora irónico.

-¿No escuchaste? Nada de problemas, sólo eres un playboy, no un matón.

-¿De qué hablas?

-El equipo te ha dado permiso para salir con alguien.

-Me di cuenta. Pero no sé con quién.

-Buena suerte con Minako.

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Si a alguien le preguntara a Mina que estaba haciendo a las 8 de la mañana caminando por un parque lejos de su casa, ella nunca diría la verdad. No diría que se sentía como si estuviera viviendo con una pareja de recién casadas ni que la habían hecho sentir incómoda ante sus muestras de amor. Mina nunca se consideró una santurrona, era cierto que, desde hacía muchos años, más de los que le gustaría admitir, no había salido con nadie, aunque eso nunca hizo que se incomodara cuando sus amigas hablaban de sus parejas. Sin embargo, ahí estaba caminando a las 8 de la mañana por un parque, ya que Haruka y Michiru, simplemente eran demasiado para ella.