Diferentes cajas

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Tan solo un par de meses han pasado desde el incidente del zoológico, desde que los animales del mismo se unieron definitivamente al circo Zaragoza, sin más mentiras, solo con el afán de seguir viviendo aventuras al lado de su nueva familia.

La gira por América se encontraba en su mayor apogeo, y la misma estaba trayendo consigo enormes ganancias para el circo, más de las que hubieran tenido antes siendo manejado por humanos. Los animales artistas no podían estar más orgullosos de su trabajo y de su hogar, y en éste momento, se encontraban en camino a la siguiente ciudad del tour, Los Angeles, ciudad que varios de ellos estaban bastante emocionados por conocer desde hace tiempo, sobretodo Alex, siendo el lugar que desde cachorro fantaseaba con visitar, al menos un sueño efímero ya que su miedo a salir del zoológico con los años había incrementado, logrando finalmente mermar el mismo...

Ahora mismo, el tren se encontraba detenido en una parada de descanso, dónde la mayoría de los cirqueros ensayaban para aprovechar el tiempo de la mejor manera. Aunque desde sus puestos, observaban con curiosidad a un segundo tren que hace rato se había estacionado en las vías aledañas al suyo. Los elefantes se habían ofrecido a la tarea de bajar la carga que los pingüinos habían ordenado: nuevos vagones para su tren, al menos seis más, casi llegando al límite permitido por la ley estadounidense.

Uno a uno los mismos fueron enganchados con ayuda de la pareja de elefantes y algunos humanos, y después que éstos últimos se hubieran marchado despidiendose del par de monos disfrazado como el "rey de Versalles", el llamado de Skipper por el megáfono resonó por el lugar, ordenando a los cirqueros acercarse para ayudar a trasladar las cajas del tren a los nuevos espacios.

Obedeciendo órdenes todos los animales se pusieron manos a la obra, y pronto las cajas de suministros y utilería tuvieron sus nuevos lugares, dejando vagones con espacio extra, bastantes espacios extras.

"¡Muy buen trabajo equipo!" los felicitó el pingüino líder por el megáfono, saltando sobre un vagón para dejarse ver mejor, "¡Ahora acerquense porfavor animales, tenemos otro anuncio importante que entregarles!"

Curiosos los animales obedecieron, rodeando pronto a los cuatro hermanos pingüinos, escuchando proseguir el discurso de Skipper;
"Debido a nuestro alto presupuesto, decidimos que haremos los viajes en ésta cosa un poco más cómodos... cómo habrán notado, la nueva ubicación de la parafernalia del circo ha dejado la mayoría de los vagones disponibles, así qué... digamos que por fin haremos algo al respecto sobre todas las quejas por el poco espacio personal..."

"¿Eso significa..?" Cuestiona Marty conteniendo la emoción por los demás curiosos, sonriendo el líder de las aves monocromáticas asiente.

"Es exactamente lo que estás pensando rayitas, ahora cada quien puede elegir si quiere compartir un vagón, o si prefiere tener uno propio..."

Los gritos de emoción entre los animales no se hicieron esperar, seguido de agrupaciones emocionadas decidiendo dónde irían o con quién, u otros bromeando con finalmente dormir separados y obtener algo de merecida privacidad.

"Finalmente tendremos nuestro propio espacio tesoro..." Mencionó Melman hacia su novia al notar la mirada cómplice que Gloria le dirigía, a lo que ella con un pequeño aplauso lleno de felicidad asintió, pronto lanzándose a abrazarlo causando una plena sonrisa de sus otros dos amigos, felices por la pareja.

"Supongo que ahora seremos solo tú y yo hermano ¡Compañeros de cuarto!" Gritó Alex emocionado, codeando amistosamente a Marty.

"E-ehhm..." fué la nerviosa respuesta de la cebra, dejando al león confundido, hasta que el equino con un gesto incómodo al ver su cara decidió continuar, alzandose en cuatro patas para abrazar el hombro de su amigo felino.

Pasó en el Circo (Madagascar one-shots)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora