¿qué quieres de mí? ★ jakehoon

𖹭⠀࣭⠀Capítulo Cuatro

—Hoon, detente, espera —gritó Jake, tratando de alcanzarlo, logrando que el menor detuviera su marcha. 

—¿Qué? —preguntó rodando los ojos. 

—Me dejaste solo allí y el auto está del otro lado —Lo miró confundido. 

—Creí que ibas a quedarte con la chica, parecían muy cómodos —murmuró sin pensar, observando como una pequeña sonrisa aparecía en el rostro del mayor—, aunque bueno, tú sueles estar cómodo con cualquiera ¿no? Es tu estilo. 

—¿Estás celoso, Hoon? —preguntó acercándose a él de forma seductora—. Porque no hay nadie con quien esté más cómodo que contigo. 

—Ni en tus mejores sueños, Shim —negó—. Y tomaré un taxi, tú irás a tu hotel y yo al mío, no están ni un poco cerca. 

—No, ni hablar, yo te llevaré, a menos que quieras quedarte conmigo, ya sabes, tú y yo solos en ni habitación, puedo mostrarte mi experiencia. 

—Jake tú y yo jamás vamos a estar solos en tu habitación, ni en ninguna otra —murmuró sonriendo, mostrando sus dientes, tratando de parecer aterrador, aunque al australiano no le causara más que absoluta ternura. 

—Ya veo, no te gustan las habitaciones —sonrió divertido—, prefieres lugares más extremos, nada clásico, tal y como esperaba... 

—Yo no... No... —negó apresuradamente, mientras sus mejillas se pintaban de un bonito color carmesí—. Tú eres... Ah... 

Suspiró fastidiado, quería insultarlo, pero sabía que no era conveniente, lo besaría de nuevo. 

—Soy el amor de tu vida, cielo, solo que aún no te das cuenta de ello —Le guiñó un ojo, sonriendo coquetamente, para después tomar su mano y comenzar a avanzar hacia el lado contrario—. Aún es temprano, podemos ir a cenar si quieres, como parte de nuestra cita. 

—No es una cita y no quiero cenar —negó, resoplando. 

—Sí, sí, como digas —sonrió divertido, abriendo la puerta del coche para él—. Bien, como aún no quiero separarme de ti, ¿te apetece un helado? 

—Me apetece descansar —Lo miró, mientras el mayor comenzaba a conducir—, de verdad estoy muy cansado. 

—Creo que es una excusa para alejarte de mí, pero lo aceptaré esta vez —sonrió. 

—En realidad, hoy no fue tan malo —dijo, acomodándose en el asiento y cerrando los ojos, mientras en el rostro de Jake se dibujaba una gran sonrisa. 

Veinte minutos después Jake se estacionó afuera del hotel, sonriendo al ver a Sunghoon dormido en el asiento de copiloto. Decidió esperar un poco más en el auto, con la presencia de Sunghoon y su aroma a vainilla invadiendo cada espacio. 

Tomó un trozo de papel de la guantera junto a un lápiz y comenzó a escribir. 

"Cosas por las que deberías enamorarte de mí: 

No. 4: Siempre respetaré tus deseos, aunque sean absurdos, como negarte a comer helado conmigo hoy o peor, negarte a estar en mi habitación ;)". 

Sonrió al terminar de escribir y colocó la nota perfectamente doblada en el abrigo de Sunghoon, esperando que la viera esa misma noche. Acarició levemente su cara, contorneándola, tratando de aprender cada parte de ella, hasta que sintió como se removía, comenzando a despertar. 

—Creí que dormirías para siempre, belleza —sonrió, mordiendo su labio inferior. 

Un suave sonrojo se instaló en el rostro de Sunghoon, haciéndolo lucir aún más adorable. 

—¿Desde cuando llegamos? ¿Por qué no me despertaste? —preguntó, observando la entrada del hotel. 

—Parecías muy cómodo —Se encogió de hombros—. Irónicamente ya dormiste a mi lado, Hoon. 

—No dormí... Yo no... —Nuevamente se quedó sin palabras. 

—Aunque te niegues a admitirlo, soy una especie de lugar seguro para ti —Chasqueó la lengua—. ¿Ya sabes lo que dicen no? Si te duermes cuando estás con tu pareja, es porque te transmite seguridad y sabes que puedes relajarte a su lado. 

—Creo que debemos aclarar un punto —Lo miró—. Yo no soy tu pareja, dormí porque estaba cansado y tú estás completamente loco. 

—¿Sabes? Loco también es un insulto —sonrió de forma encantadora, acercándose a él. 

—Nos vemos luego, Jake —Sunghoon sonrió, abriendo la puerta del auto y por primera vez, escapando exitosamente del australiano. 

Suspiró al recibir la calidez de su habitación y se deshizo rápidamente de su abrigo, notando como un papel caía de él, sintiendo curiosidad al momento. Lo tomó y comenzó a leerlo, mientras una suave sonrisa comenzaba a adornar su rostro, sí, estaba loco. 

Posible orden de alejamiento: 

Escapaste de mi hoy, cielo, pero tu suerte no durará para siempre. 

Duerme bien cariño y espero que sueñes conmigo. 

Rodó los ojos con una sonrisa, dejándolo en visto, mientras observaba la foto de perfil de su compañero, era él, junto a un perrito, algo que le pareció totalmente tierno. 

Rió al ver el nombre de contacto y se decidió a cambiarlo, Mingyu tenía razón, no era para tanto, una orden de restricción no era necesaria y si lo admitía, en realidad Jake no era tan malo.  

Sí, estaba loco, algunas veces era un idiota, otras era demasiado extravagante para Sunghoon, pero no era tan malo, solo, era diferente a lo que él estaba acostumbrado. 

Era espontáneo, divertido, con exceso de confianza y el ego hasta las nubes, todo lo contrario a lo que era él, pues era tímido, reservado, serio, muy vergonzoso y en realidad a sus ojos, poco agradable, no había nada que resaltara en él y quizá era por eso mismo que no entendía porque Jake coqueteaba tan descaradamente con él, pudiendo estar con alguien más. 

Se paró frente al espejo, detallándose, no tenía esa chispa divertida de Beomgyu, ni la seguridad de Yeonjun, mucho menos la habilidad de Riki para encantar a cualquiera y definitivamente no tenía esa pizca de picardía que había en Sunoo. No tenía los ojos bonitos de Heeseung, ni la personalidad enigmática de Jay, tampoco era tan encantador como Jungwon, en realidad no había algo especial que lo hiciera destacar y era por eso que no podía confiar en Jake. 

No cuando coqueteaba con todos ellos, no porque creía que su interés solo era fingido, solo porque quería que fuera parte de su colección, como un trofeo más. Negó, no, no debía dejarse envolver por él, Jake no era alguien en quien pudiera confiar.