Canción en silencio [SettPhel] [EzKayn]

Capítulo 37 : Baile privado - parte I -

EzKayn

Ezreal estaba convencido de que su improvisado plan era perfecto, aprovechando la sala de baile a su favor, podría jugar sus cartas más directas con Kayn, desde que hablaron todo el concepto de conquistar, era el propio  idol quien no dejaba de pensar en que el también tenía que hacer sus movimientos, si no, ¿Cómo se supone que el otro sabría que realmente estaba interesado en intentarlo? No había dicho esas cosas a la ligera.

El no iba a mentir, era cierto lo que le había dicho a Kayn, en el pasado sintió esa atracción hacia el y le gustaba esa la loca dinámica e intensa química que siempre han tenido juntos pero las señales mezcladas del pelirosa nunca le dejaron claras sus intenciones y antes de darse cuenta había superado ese capricho hacia su amigo, dejándose llevar por los sentimientos que tenía en ese entonces por el rapero de True Damage. ¿En serio todo este tiempo Kayn había estado celoso de su relación? Solo pensarlo hacia que sintiera  un cosquilleo de curiosidad, ahora no podía evitar notar las acciones y miradas que antes pasaban desapercibidas para el, ahora se daba cuenta de todos esos gestos e incluso los comenzaba a encontrar... ¿Tiernos? ¿Atractivos? Le hacía gracia lo obstinado que era Kayn con sus emociones, se frustraba un poco sonrojado cada vez que Ezreal parecía darse cuenta de sus miradas.

Gracias al impulsivo beso que ambos compartieron o mejor dicho, que Kayn le había robado y Ezreal había terminado por corresponder, ahora estaba seguro de que esa fuerte atracción hacia el pelirosa aun seguía ardiendo en su interior y hoy estaba sintiéndose bastante impulsivo gracias a la confesión del pelirosa. Impulsivo y seguro, al menos así se sentía hasta que el momento de la salida llegó y ahí se encontrada, congelado junto a Kayn cuando ambos llegaron a la motocicleta del pelirosa, Ez sentía el sudor frío caer por el costado de la frente.

- Podríamos ir en autobús, no esta tan lejos, conozco una ruta con poca gente.- el peliverde hablaba nervioso intentando encontrar excusas mientras veía al chico sacar las llaves de la chaqueta negra de cuero mirándole incrédulo ante tal propuesta, ambos sabían que Rhaast odiaba el transporte público. 

- No seas nena, además la dejaron como nueva hace poco, esta en perfectas condiciones. - el pelirosa respondía a la defensiva por su hermosa motocicleta a lo que el contrario soltó una risa burlona.

- No es la moto la que me preocupa, es quien la maneja. - Ezreal se cruzo de brazos con recelo recordando el último accidente que tuvo el pelirosa por ir demasiado rápido entre las calles de la ciudad, tuvo suerte de no salir herido debido a sus rápidos reflejos. Kayn frunció el ceño rodeando los ojos fastidiado por la falta de una respuesta para defenderse a si mismo.

- Ni is la miti is quin la minija. - repitió Kayn burlándose. - No nos voy a matar Ez, conduciré bien, lo prometo. - agregó lo último con un tono más calmado ya que lo mencionaba netamente para dejar tranquilo a Ezreal, no sabía si podía prometer no hacer nada loco o no ir demasiado rápido pero eso era lo que el chico quería escuchar.

- Pff bien, solo dame el casco antes de que me arrepienta. - el peliverde bufo burlón extendiendo la palma de la mano esperando que Kayn sacara los dos cascos del pequeño maletero que tenía el vehículo en la parte trasera.

Después de que ambos se pusieran el casco, Ezreal miro como Kayn se subía en la moto y le quitaba el freno para avanzar un poco y quedar en la correcta dirección para salir, Kayn miró al peliverde un momento quien se estaba trenzando su coleta larga y con cuidado acomodó el cabello dentro del casco. Sin esperar más, Ez se sentó atrás de Kayn mirando la espalda de este un segundo, notando como la chaqueta de cuero marcaba los músculos de su espalda, desde ese ángulo le observaba la nuca y los cortos cabellos rosados con tintes morados que se asomaban bajo el casco.

Kayn se volteo un momento confundido tomando por sorpresa a Ezreal quien no se había dado cuenta que se había tomado más de un segundo para apreciar la figura del chico.