Capítulo 47 : Continúa en la fiesta - parte II -

348 42 36
                                    

Aún que tanto el peliazul como el peliblanco se sentían un poco reacios con aceptar la invitación a tal fiesta, la diferencia eran las razones, por un lado Yone había ido a bastante de esas fiestas durante su primera carrera, sobre todo cuando era más joven, hoy en día no sentía mucha atracción ante la idea. Por otro lado, Aphelios no era una persona que salía demasiado, no lo hacía antes del accidente por el estilo de vida más estricto, ni tampoco salió mucho después debido a sus emociones conflictivas, claro había festejado un par de veces con la banda pero en ambientes más sencillos, sobre todo fiestas en casa, jamás había ido de fiesta en una mansión así, con tanta gente desconocida.

Sin embargo, ambos terminaron accediendo, dejándose llevar por la emoción de los demás compañeros de la banda. Yone no estaba realmente convencido de salir a festejar pero tampoco se sentía tranquilo dejándolos salir solos, K'sante se había ofrecido a estar más atento a los demás pero al peliblanco le parecía algo injusto que el moreno no pudiese divertirse más libremente por estar cuidando a los demás, rendido, Yone acepta ir también.

Aphelios no podía negar que sentía presión para asistir tanto por parte de Sett como por parte de Alune, ambos querían pasar un buen momento con el, la melliza le insistió animada, ansiosa por asistir a una fiesta de esa magnitud sobre todo sabiendo que quizás podrian estar una o más artistas que a ella le gustan, Sett insistía en que el debía celebrar la primera presentación de muchas, tal y como ellos también habían hecho en su momento, solo faltaba celebrar por Aphelios.

- Ow pero tienes que cambiar el ceño fruncido si accediste a venir Phel.- Sett habló dulce y apenado caminando al lado de su chico.

El peliazul caminaba de brazos cruzados con la mascarilla puesta pero con ese ceño fruncido, el pelirojo adivinaba fácilmente la mueca que debía esconderse detrás de esa tela. Aún que Sett sabía que probablemente debía sentirse apenado por la actitud de su chico, estaba haciendo su mayor esfuerzo para no sonreír un poco al respecto, le hacía gracia ver al peliazul en tal puchero y no era el único, su melliza no se molesto en contener la risa atrayendo la vista molesta de su hermano.

- ¿Qué? Te ves divertido.- Alune le molestó riendo tiernamente mientras le agarraba la mejilla suavemente haciéndole sonrojar avergonzado.- Igual, gracias por venir, no es muy usual que podamos salir de fiesta juntos.- agregó la melliza soltándole el rostro para regalarle una sonrisa más tranquila mientras jugaba con ambas manos al caminar.

- Así que usando esa carta conmigo, que injusta.- el mellizo suspiró sonriendo apenado, rendido ante aquel argumento.

Alune sonrió ampliamente y alzo el puño con el pulgar arriba observando a Sett quien al otro lado de Aphelios, también hizo el mismo gesto de manera cómplice dejando salir un par de risas victoriosas. El peliazul miro a cada uno suspirando sonriendo levemente, le agradaba que se llevaran bien ¿Pero realmente tenían que llevarse bien hasta para ser cómplices contra el? 

Mientras los demás miembros de la banda caminaban delante de ellos, fue sencillo darse cuenta de que estaban llegando a la dirección correcta, la enorme mansión ocupaba la mitad de la gran cuadra, las altas rejas blancas que se desplegaban a lo largo de la entrada, con los detalles lujosos dispuestos en cada rincón, el camino interno que dirigía hasta la entrada principal, cada detalle terminó por dejar sorprendidos a K'sante, Sett, Alune y Aphelios, por otro lado, Yone mantenía un semblante tranquilo con leves indicios de curiosidad, no era su primera vez en una mansión así de grande pero si era la primera vez que asistía a una de las tantas fiestas de la diva de la banda femenina, quien era reconocida por sus gigantescos y ostentosos eventos.

Por otro lado, si bien Kayn mantenía aquella amistad con Akali, no conocía mucho a las demás integrantes de la banda, literalmente se había presentado con Kai'sa hace poco tiempo, casi llegaba a sentirse fuera de lugar por el lujoso estilo de vida que la chica parecía presumir en cada mínimo detalle, sin embargo, no fue para su mayor sorpresa ver que el único de ellos que sabía donde dirigirse era Ezreal. El peliverde guiaba el camino con emoción, una vez que llegaron a la gran entrada de la reja, todos vieron como el chico daba un paso hasta la pequeña pantalla a un costado, presionando un botón con un eco de campana moderna y elegante.

Canción en silencio [SettPhel] [EzKayn]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora