Capítulo XXVII : Monólogo de frustración

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Sett salió de la sala de grabación dispuesto a buscar al chico pero se sorprendió al verle en el pasillo junto a Ezreal, por un momento pensó en unirse a la conversación pero al notar el tenso lenguaje corporal del peliverde se detuvo, quizás no era momento para burlarse.

En frente de la habitación de Aphelios, Ezreal había logrado interceptarle antes de que entrara en la habitación, apenado le pidió al peliazul si podrían hablar un momento a solas, al menos eso era lo que había logrado escuchar los fuertes sentidos auditivos de Sett antes de verles entrar a la habitación de Aphelios.

Por otro lado, Ezreal entró suspirando, miró la cama de su amigo y sin pensarlo dos veces se dejo caer boca abajo reprimiendo un fuerte y arrastrado grito de frustración. Aphelios le miraba sorprendido y preocupado viendo como el idol refunfuñaba pataleando en el aire a la par que maldecía entre palabras que el peliazul no entendía.

Viendo que el peliverde se calmaba, Aphelios se acercó sentándose en el borde de la cama sin saber muy bien como comenzar, con cautela iba a acercar la mano hasta la espalda de su amigo pero retrocedió sorprendido cuando este se levanto de un salto, con el ceño fruncido se sentaba con las piernas cruzadas sobre la cama.

- ¿Ez? -

- ¡No entiendo! - gritó sorprendiendo a Aphelios quien pestañeaba alzando una ceja confundido. - A el nunca le importó una mierda mis asuntos ¿Por qué ignorarme ahora? -

Phel seguía sin entender cual era el problema de su amigo pero antes de poder abrir la boca para preguntar, Ezreal comenzó a hablar un monólogo irritado y acelerado.

- Es que no entiendo, a el nunca le importó una mierda, ni siquiera cuando nos conocimos, ni siquiera cuando la banda de los Darkin se disolvió y lo apoye muchísimo, jamás me mostró el mínimo respeto ni aprecio, me fue tan ¡Tan difícil convencerme a mi mismo de buscarlo para unirse a la banda, porque conozco el talento del bastardo! ¡Y más difícil fue convencer al maldito creído! - respiró un momento recuperando el aliento mientras se levantaba de la cama comenzando a caminar por la habitación. - Y el siempre tan molesto,  "Si, como sea", "Haz lo que quieras", "Veamos si tienes suerte ahora que yo estaré en tu banda, princesa del pop" ¡Siempre tan idiota! Sí yo también pienso que es divertido molestarlo pero es que a veces es tan, tan. ¡Agh! - volvió a lanzarse boca a abajo sobre la cama con fuerza llegando a rebotar levemente sobre esta.

- ¿Y estamos hablando de...? - 

- ¡Del maldito Kayn! -Ezreal se incorporó en la cama volviendo a la posición previa sentado con las piernas cruzadas, miro apenado a su amigo y suspiró. - Perdón por gritar Phel. -

El nombrado solo se encogió entre hombros, había momentos en los que todos necesitaban desahogarse, no pensaba que Ezreal estaba siendo mal intencionado, además Aphelios estaba preocupado por el inesperado malestar del chico ya que este casi siempre estaba bastante alegre y energético, por muchas bromas molestas que se hagan mutuamente Ezreal y Kayn, Aphelios siempre pensó que así era su relación de amistad por lo que nunca intervino pero esto parecía diferente.

- ¿Qué paso con Kayn? Ustedes siempre se molestan mutuamente, ¿No es así su dinámica? - el peliazul preguntó genuinamente confuso e intrigado.

- Supongo...- Ezreal suspiraba desviando la mirada dejando escapar una sonrisa al recordar distintos momentos divertidos en los que ambos eran compañeros en las bromas. - Pero hoy no fue gracioso, casi rompe mi celular.- viendo el gesto de curiosidad del peliazul prosiguió a explicarse. - Estábamos terminado de desayunar, Kayn comenzó a lanzarme cereal primero, yo solo respondí, después recibí mensajes en el celular y claro, contesté, ignorando las insistencias de Kayn en seguir lanzándome comida.

Canción en silencio [SettPhel] [EzKayn]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora