Capítulo 4

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—síganlo más rápido —susurraba la menor

—Kyoka no vayas tan rápido... —decía Dazai cansado.

Estaban siguiendo a Kyoka quien intentaba no perder el rastro del albino. El albino desaparecía de vez en cuando en la oscuridad, luego era muy difícil encontrarlo y cuando lo hacían ya estaba a cuatro metros.

El azabache también caminaba rápido, a Gin le costaba trabajo seguirlo, y Chuuya ya le había alcanzado. Como el mafioso siempre iba con ropas oscuras pues era más fácil perderlo.

—¿A dónde irá? —se preguntaba el mayor.

—Chuuya-san, guarde un poco más de silencio, podría oírnos —regañaba la azabache.

Ambos, tanto agencia como mafia seguía siguiendo a sus integrantes, y cuando estos se detuvieron estos se escondieron.

—¿Por qué se detendrá ahora? —pregunto Chuuya y Kunikida al mismo tiempo.

—¿Qué demonios? —preguntó incrédulo el mafioso.

—¿chibi?, ¿Qué hacen aquí? —preguntó el castaño.

—seguíamos a Akutawaga, ¿y ustedes?

—seguíamos a Atsushi-kun.

Guardaron silencio, se miraron unos a otros y a Chuuya se le cruzó un pensamiento.

—esperen, no puede ser una coincidencia que nos encontremos mientras seguíamos a esos dos... eso quiere decir que...

—ellos se están viendo juntos —concluyó Dazai.

—no puede ser, si ellos se llevan mal —decía Kunikida.

—sigamos observándolos —sugirió Kyoka y todos aceptaron.

El albino había llegado al lugar, se quedó parado mientras sacaba su teléfono y marcaba un número. Mas a quien llamaba ya estaba ahí.

Atsushi y Autagawa se saludaron, lo que respondió las sospechas de los que observaban.

—¿Por qué se verían? —preguntaba el de lentes.

—no sé, ¿de que hablarán? —también preguntaba el mafioso.

—están entrando a la tienda —decía Gin.

Ambos chicos entraban, era el lugar de las crepas donde Gin lo había enviado.

—es el lugar de la mañana... quiere decir que le avisó desde temprano —decía Gin.

—esto es muy extraño —decía Kunikida y todos estuvieron de acuerdo.

Ambos chicos ya salían con sus crepas, iban caminando mientras las comían y platicaban.

—¿y si vamos a preguntarles qué hacen juntos? —preguntaba Kyoka.

—no, evitarían la pregunta o huirían, mejor sigamos observándolos —decía Dazai.

Y así le hacían, pero de un momento a otro empezaron a caminar los dos chicos.

—sigámoslos —decía Kyoka.

Aunque todos se tropezaban y no lograron seguirles el paso.

—genial, los perdimos —decía el peli-naranja.

—todo es tu culpa Chuuya —decía el castaño.

—¿¡ehh!?, ¿¡quieres pelear maldito desperdicio de vendas!? —gritaba.

Y así se empezó una pelea.

—¿y si los dejamos aquí? —decía Kyoka a los otros dos.

—sí, vámonos Kyoka —decía Kunikida, y se fueron, Gin también se fue, no quería presenciar una de tantas peleas de esos dos.

—"a la próxima será" —pensaba la azabache regresando al departamento de su hermano,

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—los perdimos —decía el azabache desde el techo de un gran edificio.

El albino suspiró aliviado —parece que será una semana ocupada... —decía el albino.

—sí... —respondió el azabache.

Ambos veían el cielo estrellado, les preocupaba que los contrarios hicieran algo y terminaran descubriendo su relación.

—Ryu, ¿crees que intenten averiguar más a fondo sobre nosotros? —preguntaba el albino mientras abrazaba sus piernas.

El azabache le vio y se acercó para abrazarlo.

—puede que sí... o que no, conociendo a Dazai-san y Chuuya-san se habrían acercado a inundarnos de preguntas, pero solo se limitaron a ver, tal vez ellos no...hagan nada al respecto —decía el azabache.

—eso espero... —dijo el albino dirigiendo su mirada nuevamente al cielo.

Así estuvieron un rato, sus cosas favoritas por hacer era ver el cielo, ya que les recordaba cuando apenas se estaban viendo.

No estuvieron mucho tiempo ahí, iban de aquí para allá, les gustaba ir al puerto, sentir la brisa del mar en sus caras, ir a la playa de noche y sentir la arena en sus pies. También les gustaba ir a los campos, ver las flores de noche y las estrellas que se apreciaban mejor.

Acostarse en el pasto agarrados de las manos, darse pequeños besos, contarse su día, reír juntos, abrazarse.

—Ryu, ¿crees que algún día no tendremos que ocultar nuestra relación? —preguntó el albino aun viendo aquel hermoso cielo.

—espero que sí, me gustaría ir por Yokohama tranquilo contigo —respondió, el albino rio ante su respuesta.

Anhelaban algún día ir sin preocuparse por las calles, poder ver la luz del día juntos, sin miedo a nada.

El cielo escuchó sus palabras, quién diría que las estrellas brillarían al favor de esta pareja que solo quería paz.

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Al día siguiente fue más tranquilo, ni Gin ni Kyoka les preguntaron nada sobre lo de anoche, algo que agradecían, actuaban como si nada, como si no supieran que los estaban siguiendo.

El albino tuvo un fin de semana tranquilo al igual que el mafioso.

Y dos personas más ideando un plan para que los dos menores les dijeran todo.


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eeeh, se me quemó el cerebro 😔😔

ya no se me ocurre nada para el siguiente capítulo help, pasen ideas 😭🙏

(perdón si está corto el cap, no soy de hacer capítulos muy largos)

Entre noches || SSKKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora