Capítulo 9 - Final

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—Jinko, vuelve acá —decía el azabache saliendo de la habitación de música.

—Ay... Estuve practicando desde que llegamos, ya me duelen los dedos —se quejaba el albino ya sentado en el sofá.

—tienes que aprenderte bien la canción, tenemos una semana —regañaba el azabache ya al frente del albino.

—Ryû...

—Nada de "Ryû..." tenemos que seguir practicando —volvió a regañar.

—¿por qué mejor no seguimos practicando más tarde? —le intentaba convencer agarrando su mano y trayéndolo hacia él.

—No intentes convencerme, Jinko —avisaba el mayor.

—Ayy... ¿por qué no? —se quejaba —di que sí... —le volvió a insistir acercándolo más.

—No empieces —le dijo en un tono más bajo.

—¿Mmn?, ¿por qué no? —le dijo en un tono más meloso para ya al fin tener al azabache sentado en su regazo.

—Jinko...

—Ándale, Ryû —decía entre pequeñas caricias al contrario.

El azabache era alguien que si se sonrojaba se notaba, y mucho, ya ahora pareciera que su cara estaba muy roja.

—Jinko, en cualquier momento podrían venir Chuuya-san y Dazai-san... —dijo a lo bajo, estremeciéndose al sentir besos en su cuello.

一opino que tardaran en venir 一decía mordiendo el cuello del contrario.

一Jinko... 一intentaba decir sin dejar salir algún gemido.

一¡ya llegamos! 一se escuchó el grito de Dazai al entrar a el departamento 一uyyy, perdón 一dijo saliendo con Chuuya detrás de él.

al mafioso se le puso la cara de todos los colores, levantándose de manera rápida e ir a la puerta.

一¿¡por qué entra así como si nada!? 一le gritaba al castaño rojo, muy muy rojo.

一yo no vi nada 一se excusaba el castaño entrando.

一en mi defensa, yo le dije que tocara 一decía el de hebras naranjas entrando después.

一deje de forzar las cerraduras, Dazai-san 一decía ya en un tono más calmado.

一si, si 一respondió a la ligera.

一¿y cómo vas practicando, Atsushi-kun? 一preguntó el castaño sentándose en uno de los sillones.

一ah, ya voy avanzando 一dijo nervioso.

一¿quieren té? 一preguntaba el azabache dirigiéndose a la cocina.

一si, por favor 一contestó Chuuya quien ya estaba sentado también.

se quedaron en silencio, se sentía... incomodo, por parte del albino y el de pelo naranja.

一¿Entonces Akutagawa es el de aba- 一fue interrumpido por un cuchillo que venía de la cocina 一está bien, ya me callo.

El azabache volvió ya con una bandeja, dándole a los dos extremos su té.

一gracias 一dijo el mafioso mayor 一¿Están nerviosos por la presentación? 一preguntó.

一yo estoy bien, es Jinko quien se pone nervioso fácil 一respondió el azabache bebiendo un poco de su té.

一no es mi culpa, estaré en frente de muchas personas, ¿cómo quieres que esté calmado? 一respondió indignado.

Entre noches || SSKKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora