Han pasado unos días desde que ya todos sabían sobre su relación, ya no tenían que esconderse, ni verse solo de noche, podrían salir con el sol en alto y ver muchas cosas, era algo nuevo para ellos dos, se estaban acostumbrando, pero no se quejaban.
Esto llevó al albino una idea, su primera cita a la luz del sol con su pareja, si, han estado saliendo desde ya tres —dentro de una semana cuatro — meses, pero eso no impedía que tuviera citas.
—Ryû, ¿quieres tener una cita conmigo? —Le preguntó el albino a su pareja, la cual estaba en la cocina.
—¿Una cita? —repitió —¿cuál es la razón? —indagó yendo a donde el albino.
—Bueno... ya que ahora prácticamente todos saben de nuestra relación, ya no tenemos que vernos solo de noche, entonces pensé... ¡podríamos tener citas de día! —decía emocionado —¿a qué es buena idea? —decía orgulloso de sí mismo.
—¿Y a dónde quieres ir? —preguntaba el mafioso.
—¿Recuerdas la feria de fin de año? —preguntó, a lo que el mafioso asintió. —Pues ahí, me gustaría ir a la feria contigo. —Decía con una pequeña sonrisa.
El mafioso lo pensó por un momento, salir a la feria significaba tener que estar caminando de un lado a otro, también de que hay mucho ruido y lo peor de todo, gente por todos lados. Una decisión difícil para el mafioso. Pero viendo la mirada feliz de su pareja hacía de que todo el martirio valiera la pena.
El mafioso suspiró —Está bien, iremos, pero el fin de semana —le afirmó, lo que hizo que el albino se pusiera muy feliz.
—¡Si! —gritó abrazando al contrario.
—"Esto será algo complicado..." —Fue lo último que pensó el mafioso.
El albino estaba emocionado por la cita, irían en eso de las cinco o seis de la tarde, ya que el albino quería cada rincón de esta.
Por parte del mafioso, pues...
—Akutagawa, ¿me estás escuchando? —preguntó el mayor —¿en dónde rayos tienes la cabeza?
—Me estoy preparando mentalmente —decía serio, con las manos juntas a la altura de la boca y una mirada oscurecida.
—¿Por...?
—Jinko quiere ir a la feria —Dijo aún más serio.
—¿Y estas así por...?
—Chuuya-san, ¿qué es lo que hay en las ferias?
—Eh... ¿las atracciones? —respondió dudoso.
—No, personas.
Al escuchar eso Chuuya lo entendió de inmediato, era bien sabido que al azabache no le gustaba estar rodeado de mucha gente, razón, se engentaba, conclusión, era una persona asocial.
—Ya veo... fuerzas —le dio ánimos.
Los días pasaron, hasta que llegó el fin de semana. El albino estaba muy emocionado, tanto que se levantó temprano ese día, aunque irían de tarde. Y el azabache, pues él se seguía preparando para estar rodeado de gente que gritaba, empujaba y guardando los estribos para no apuñalar a nadie.
—Jinko, aún faltan varias horas para ir. —Le decía el mafioso acostado en el sillón.
—Ya sé, pero quiero tener todo listo. —Respondió mientras veía desde su teléfono todo lo que había en la feria.
El contrario solo suspiró, esperando que todo acabara pronto.
Y así pasó el día, para el albino el tiempo pasaba muy lento, y para el mafioso muy rápido. Al llegar casi la hora empezaron a alistarse. El agente se puso un pantalón de mezclilla algo holgado y una playera manga corta, como era invierno llevó también una bufanda y unos guantes sin dedos que le había regalado el mafioso, tenían estrellitas, algo que le gustaba mucho al albino.
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Entre noches || SSKK
RomanceAtsushi salió una noche de madrugada, tenía varias cosas en mente, así que quiso salir a despejarse por la ciudad, pero oh sorpresa, quien diría que se encontraría con cierto azabache, y a partir de esa noche empezarían a verse más seguido, al punto...