Capitulo 1

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  Era de madrugada, como entre la una y dos de la mañana, el albino no podía seguir en su pequeño departamento, estaba demasiado estresado, así que decidió salir a dar un paseo, tratando cuidadosamente de no despertar a Kyoka.

Caminó por un rato, sentándose en una de las bancas de aquel gran parque oscuro, que solo era iluminado con unas cuantas luces, pero, aunque fuera de madrugada había unos puestos y tiendas abiertos.

El albino quiso comprarse algo para calmar el pequeño antojo, pero cuando iba al establecimiento se encontró con quien menos se lo esperaba.

—Jinko, ¿Qué haces en las calles a estas horas? —preguntó el azabache.

—no tengo porque responder a eso —le dijo, intentando no sonar nervioso ante su presencia.

—bueno, no es como que me importe tampoco —respondió para alejarse, el albino también iba a retomar su camino, pero se dio cuenta que el azabache iba para el mismo lugar.

—¿Por qué diablos me sigues? —preguntó irritado Akutawaga.

—yo también voy para allá —se limitó a decir, ninguno de los dos volvió a decir nada, ambos entraron al mismo tiempo, fueron atendidos al mismo tiempo, y les dieron sus pedidos al mismo tiempo.

Al salir, Atsushi creyó que irían por caminos separados por ahora, pero no fue así, pues el azabache se sentó junto a él en la misma banca donde le encontró, ninguno decía nada, solo se limitaban a comer lo que compraron, al terminar ninguno se fue, se quedaron ahí sentados, viendo el cielo, el parque, o cualquier cosa que estuviera a sus vistas.

Atsushi no soporto más el momento, y decidió preguntar

—¿Por qué estas despierto a estas horas? —le hizo la misma pregunta que le había hecho el contrario cuando se vieron, esperando que el contrario le respondiera.

—responderé si tu respondes la misma pregunta —condiciono, el albino asintió, por lo que el azabache dijo —últimamente no he podido dormir, solo son unas pocas horas las que dormía, pero ahora no logro conciliar el sueño —le explicó, Atsushi se lo esperaba, aunque no se viera, si tenía unas cuantas ojeras —ahora, responde tú —dijo viéndole por segunda vez en esa noche.

—la agencia ha tenido mucho trabajo, por lo cual estamos más atareados, pero como Dazai-san no hace su trabajo lo tengo que hacer yo, eso me da más trabajo y he estado bajo un poco de estrés —le explicó, Akutagawa escuchó atento, ya estaba enterado de que Dazai no hacía nada, pero no de que todo el trabajo se lo dejaban al albino, bueno, que esperar del mandadero de la agencia.

—ya veo —fue lo único que salió de su boca

No volvieron a hablar, era de nuevo un silencio, pero ya no sentían esa pequeña incomodidad, estuvieron sentados un rato más, no sabe cuánto tiempo paso, pero se sintió como una eternidad.

El albino ya empezaba a sentir el sueño, sus ojos pesaban y estaban amenazando con cerrarse, por lo cual bostezó

—ya deberías irte si tienes sueño, mañana también tienes mucho trabajo, ¿no? —le insinuó, el albino ya no podía mantenerse despierto, por lo que accedió a retirarse

—buenas noches, Akutagawa —dijo para irse, el azabache le vio marcharse hasta que la silueta del albino desapareció

Akutagawa se levantó de la banca y se dirigió a su departamento

A la noche siguiente el albino volvía a estar estresado, y el azabache no podía conciliar el sueño, querían salir, con el pensamiento de tal vez me vuelva a encontrar con el pero cuando pensaban en eso lo borraban de inmediato de su cabeza, pues, ¿Por qué querrían verse el uno al otro?

Entre noches || SSKKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora