Capítulo X They don't know about us

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El día en que sus madres se enteraron de lo que tenían, ni JiMin ni YoonGi estaban preparados para contarlo, ni en ese momento, ni probablemente... nunca.


YoonGi estaba emocionado por ver a JiMin, así que llevaba cosas para que tuvieran que hacer, lienzos, acuarelas, lápices, libros y postres que Seulgi le había cocinado para la tarde, además de un pastel de fresa que Jungkook había insistido en traer.

Cuando llegaron al lugar, los padres de JiMin los recibieron, los invitaron a pasar, ellos se quedaron con los padres de YoonGi mientras que Yeri guio a JungKook y a YoonGi al jardín en donde se encontraban JiMin y TaeHyung.

—Minieeeeeeeeeeee —gritó YoonGi en cuanto vio a los dos sentados en el jardín sobre una manta y corrió para poder abrazar a JiMin.

—Yooonieeee —dijo JiMin riendo cuando YoonGi lo abrazó— te extrañe, siéntate, Tae y yo estábamos hablando sobre ir un día de estos al pueblo a comprar cosas, tiene tiempo que no salimos a hacer algo así.

—Qué bueno, lindo, traje algunas cosas para que podamos hacer los 4 —dijo en cuanto Jungkook se sentó con ellos— traje libros, lienzos y acuarelas, lápices también, unos libros y postres.

—Wow, muchas gracias.

—Y yo traje un pastel de fresa para Tae y para mí —dijo Jungkook mientras lo sacaba de la canasta- y además... traje esto —dijo mientras sacaba una caja azul marino de su chaleco— es para ti, Tae, es un collar, tiene forma de luna, esto es una promesa Tae, que no importa que, ni donde, siempre estaré para ti.

—Jungkook... está precioso, muchas gracias, sabes que siempre estaré para ti también, te quiero.

—Yo también te quiero, ¿podemos ir a dar un paseo? Dejemos a los tortolos juntos —dijo Jungkook mientras sonreía.

—Claro, Kookie, vamos —dijo Tae mientras se levantaban.

—Adiós —dijeron YoonGi y JiMin cuando vieron cómo se iban.

—¿Qué apuestas a que JungKook regresa llorando? —dijo YoonGi

—Unos besos a que Tae es el que llora.

—Me parece, ¿Qué quieres hacer ahora?

—¿Puedo dibujarte mientras lees? Me gusta mucho como te ves concentrado en lo que sea que leas.

—Claro que sí, pero antes, ¿me regalas un beso? No hay nadie cerca.

—Está bien.

Pero ese beso, se transformó en una sesión completa, estaban seguro de que nadie podría verlos, sin embargo, sus madres se encontraban paseando en el jardín mientras ellos seguían en lo suyo, lamentablemente, las cosas no salen como quiere uno, al menos no siempre.

—¿JiMin, YoonGi?

—Mamá... —dijo JiMin mientras se levantaba apresurado.

—Yo... digo, nosotras, estábamos dando un paseo, no queríamos, no sabíamos, JiMin, ¿estaban besándose? —habló nerviosa la madre de JiMin.

—Reina, madre, me disculpo si nuestro comportamiento las decepciona, ¿es así? Si es así, lo lamento mucho, es mi culpa, yo fui quien le propuso todo a JiMin, por favor, no le hagan nada, fui yo, no le digan a los reyes, puedo dejar esto si prometen que JiMin estará bien, solo, yo-

—No, no es así, YoonGi, tranquilo, respra, JiMin, no te sientas presionado, ¿está bien? —dijo la mamá de YoonGi con tanta calma que asustó a los dos mencionados.

—¿Mamá..? -dijo JiMin con una voz temblorosa.

—Está bien cariño, te amo ¿okey?, te apoyo, solo quiero verte feliz, yo sé que lo eres con el príncipe YoonGi, se veían felices hace un instante, sigan en lo suyo, después hablaremos como corresponde sobre esto, pero no te asustes, no estoy enojada, ni decepcionada.

—Sigan en lo suyo, YoonGi. Príncipe JiMin, bienvenido a la familia —dijo la mamá de YoonGi mientras guiñaba un ojo al último mencionado.

La madre de YoonGi jalo del brazo a la madre de JiMin para que siguieran su paseo como si nada hubiera pasado.

—Lo tomaron bien, ¿no? —dijo YoonGi mientras regresaba su mirada a JiMin, quien tenía sus ojos acuosos.

—Tengo miedo, sé que dijo que no sería nada malo, pero tengo miedo, no quería que se enteraran, ¿y si nos separan?

—No pasará, no dejaré que eso pase ¿bien? -dijo YoonGi mientras dejaba un beso en su cabeza— sigue dibujando, no pienses en eso, por favor.

JiMin asintió mientras secaba una lágrima que escapó de sus ojos, se sentó y justo habían llegado Tae y JungKook, ambos con los ojos rojos, evidencia de que habían llorado. JiMin y YoonGi voltearon a verse para después reír, tal vez no todo sería malo, ambos tenían amigos que siempre estarían para apoyarlos, madres que estaban dispuestas a mantener su secreto.

Aún así, ambos sentían a sus corazones inquietos.



—Tal vez sea pasajero —dijo la madre de JiMin.

—Si, tal vez lo sea, pero velos, se aman Liv, ¿qué podemos hacer sino apoyarlos? Conozco a mi esposo, y sé que no aprobaría esto, no sé si el pueblo esté listo para recibir una noticia así, pero lo que si se, es que mi hijo no jugaría jamás con los sentimientos de nadie, menos con los de JiMin, lo quiere muchísimo, y también lo vi triste cuando JiMin anduvo con la sobrina del Rey Hoseok, además, he visto por ahí que Tae y JungKook están muy pegados últimamente, seguro traen algo también, a JungKook lo quiero como un hijo también y sé que Tae es un buen niño-

—Pero sus situaciones son diferentes, ellos no son príncipes, no serán reyes, nunca tendrán la misma presión que nuestros hijos, ellos podrán llevar una vida "normal" o al menos sin levantar sospecha de ser algo más que amigos o familia, ¿Qué pasará cuando los reinos se enteren? ¿Cuándo nuestros esposos lo hagan? No podré defender a mi hijo...

—Para eso estaremos nosotras, somos sus madres, seamos sus confidentes también, sus cómplices, si los ayudamos, podemos ganar tiempo, pensaremos en algo más.

—Si, tienes razón, aun así, debemos hacer algo pronto, no soportaría que a mi hijo le pase algo malo, y sé que él no soportaría que le pase algo al tuyo.

Eso fue lo último que mencionaron sobre el tema antes de terminar su paseo, una vez entraron al castillo no volvieron a tocar el tema, tal vez sus hijos no estaban seguros en la sociedad, pero sus madres se encargarían de crear un mundo en donde se sintieran seguros de ser quienes eran y de poder demostrar cuanto se amaban.

Al pasar el tiempo, las mariposas se volvieron la única forma de pasar sus cartas, el miedo a ser descubiertos por los mensajeros había sido mayor, pero no les incomodaba, las mariposas eran lindas y pasaban desapercibidas en los jardines de los castillos, aunque ahora con sus madres como sus cómplices, las cosas les pintaban de maravilla.

Cuanto deseaban que fuera así siempre. 

Shoganai || YoonMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora