XVIII

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— Magnifico Yeonjun, nuevamente me has decepcionado ¿acaso no entendiste lo repulsivo que es que un chico este con otro? Es antinatural — la mujer lo miraba con desprecio y Yeonjun jamás espero sentir tanto rechazo, mucho menos de quien se suponía era su progenitora.

Las personas del restaurante en donde estaban tambien lo miraban, pareciendo haber escuchado la conversación que estaban teniendo en la mesa e inmediatamente replicaron los mismos gestos de desaprobación, murmurando mientras lo apuntaban.

Inmediatamente sus ojos se empañaron de lagrimas, dispuesto a escapar del lugar pero justo cuando se dio la vuelta Minjeong estaba a sus espaldas y al igual que el resto de las personas lo miraba con asco, pero a su vez sumado con enfado y decepción.

— ¿Cómo pudiste hacerme esto? Eres tan asqueroso, no quiero volverte a ver jamás, para mi ahora estás muerto — la pequeña chica acompaño las dolorosas palabras levantando su diestra para estampar la palma de su mano contra su mejilla, con tanta fuerza que había penetrado su alma hasta dejarla herida — Muérete, Choi Yeonjun.

Las ultimas palabras fueron la gota que derramo el vaso, empujándolo hacía la desesperación que lo impulso a huir cobardemente fuera de ahí, escuchando las burlas e insultos a sus espaldas mientras salía de lugar sin poder contener el llanto.

Llegaba incluso a escuchar en lejanía insultos como "que asco, es un marica" "¿no era un chico modelo en su universidad? Que decepción" "debería estar muerta la gente como él".

Cada palabra, cada insulto, cada mirada, todo se sentía como dagas que se encajaban una a una sobre su corazón, destrozándolo, acabando con su estabilidad y su autoestima. No sabía a donde ir, estaba perdido, ni siquiera estaba muy seguro de hasta donde había corrido hasta que su cuerpo se estampo con un pecho firme. Levanto su rostro y se encontró con Choi Soobin, el responsable - o al menos para él - de que su vida que alguna vez ahora se estuviera cayendo por un precipicio. El responsable de que se hubiera dejado llevar por algo que no era natural, que estaba mal.

Pero en lugar de molestarse trato de abrazarlo, buscando un refugio, buscando ser consolado y protegido del dolor de ser despreciado por quien se suponía lo queria, ser señalado por algo que él no podría controlar.

Espero sentir el calor humano envolviéndolo pero no paso, Soobin por el contrario lo empujo alejándolo de él.

— ¡¡¡¿QUÉ MIERDA ESTÁS HACIENDO?!!!! No me toques, no te quiero cerca de mí, me has decepcionado Choi Yeonjun, debiste preferirte a mi y no a tu noviecita ¿No ves que a la primera te dio la espalda? Eres tan patético y ahora estás solo — Y cuando creía que las cosas no podrían ir peor, las palabras de Soobin terminaron por acabar con él.

Sentía que no podía respirar, su cuerpo estaba helado, entumecido y las lagrimas no dejaban de salir. Estaba paralizado, su corazón latía con fuerza y ya ni siquiera podía suplicar, se había quedado sin voz mientras sus pulmones le suplicaban por un oxigeno que no podía recuperar, estaba entrando en un estado de ansiedad y nadie estaba para sostenerlo, para evitar que su mundo se acabara.

Entonces despertó, sudoroso, con las lagrimas escurriendo por sus ojos, un fuerte dolor de cabeza que palpitaba dolorosamente y la boca seca. Fue en ese momento que miro a su al rededor y se dio cuenta de que estaba en su habitación, no tenia ni idea de como había llegado ahí, teniendo como un ultimo vago recuerdo el bar al que había asistido con sus amigos.

Se giro a un costado al darse cuenta de que no estaba solo en su propia habitación, la figura grande de su menor ocupaba la otra mitad de la cama y este parecía estar profundamente dormido hasta que lo escucho sollozar. Porque a pesar de después de reconocer que no era más que una pesadilla, el llano lo acompaño.

collision १ yeonbin/soojunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora