Capitulo 1

67 6 0
                                    

No podía respirar. La falta de oxigeno ya era algo con lo que no podía lidiar, pero ¿Y como no estar así? Enterarte que esta es tu segunda vida y que en la primera vida este mundo era uno de fantasía, resulta totalmente aterrador. Incluso para alguien como Amari.

Todo era normal hasta hace unos días, donde por un eclipse cayo inconsciente por una semana. Los que la conocen pensaron que tenia que ver con su magia y como se relaciona directamente con el eclipse, pero eso estaba lejos de ser verdad. Recordó su vida anterior, y aunque sus recuerdos sean totalmente vividos, los recuerdos que constan sobre este mundo no lo son. Lo único que puede recordar son nombres y caras totalmente borrosas.

—¿Qué es lo que te preocupa tanto cariño?

—No es nada, Undine—Hizo un gesto con la mano restándole importancia— Solo estaba pensando en viajar.

—¿Retomaras tus viajes?—Se escucho una voz a sus espaldas.

Miro a Lolopechka, quien acababa de entrar en la habitación.

—Lo siento por eso Lope. Prometo que vendré a visitarte. Sabes que siempre vuelvo—.

El mirar a Lolopechka con una expresión triste era desgarrador para Amari, pero no podía dejar esto pasar mas tiempo. Necesitaba ir a el reino del trébol.

—Espero, que te quedes a comer al menos—Dijo Undine.

—Lo hare, Undine. Me marchare mañana en la madrugada, así que comeré con ustedes hoy—.

—Esta bien—Menciono mientras le daba a Amari un beso en la frente—Las dejare un momento a solas para que puedan conversar.

Al terminar de decir esto Undine desapareció.

—Ari, lo siento— Lolopechka soltó un suspiro—Es solo que aunque tu estés acostumbrada a salir del reino, yo soy la que no logra acostumbrarse. Se que eres totalmente fuerte y capaz de poder manejar todo sola, pero aun así no puedo evitar sentirme preocupada—.

—Esta bien, ven aquí—Dijo estirando sus brazos.

Lolopechka avanzo con una sonrisa y le dio un fuerte y torpe abrazo.

—¿Dónde planeas ir esta vez?

—Al reino del trébol. Pienso quedarme un tiempo indefinido allá—.

Necesitaba ver con sus propios ojos lo que sus vagos recuerdos le mostraban, y si las personas a las que veía en sus sueños realmente existían.

—Si quieres puedo mandar una carta oficial para que seas bien recibida en el reino de trébol—.

—No hace falta, quiero ir sola por mi cuenta—.

Lolopechka soltó un suspiro sonoro.

—Esta bien, entonces te deseo buena suerte. Solo no te olvides de escribirme seguido–besó su frente con cariño— Ahora vamos a almorzar que se hará tarde, Ari—.

—Esta bien, Hermana—.

Se dedicaron una mirada para después soltar una sonrisa y dirigirse juntas al comedor.

...

---Vaya, que fascinante.

Frente a sus ojos se encontraba una calavera de demonio impresionantemente grande.

---Esto es algo que se podía ver en mis recuerdos.

No pudo evitar susurrar y es que la calavera que estaba observando era la misma de sus recuerdos. A simple vista era algo totalmente intimidante pero a la vez también generaba impresión. El hecho de que estaba frente a uno de los recuerdos mas claros que tenia de este mundo en su vida anterior, era algo inquietante. Pero no podía quedarse de brazos cruzados y conformarse solo con eso.

𝐄𝐜𝐥𝐢𝐩𝐬𝐚𝐝|𝐍𝐨𝐳𝐞𝐥 𝐒𝐢𝐥𝐯𝐚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora