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༺ Reunión indeseada de estrellas (5) ༻

  Debido a una malvada conspiración del Imperio, las figuras clave de sus reinos fueron puestas bajo la vigilancia de un turbio Oficial Imperial. Esta es la sospecha que albergan actualmente los tres reinos.

  Mentira.

  Y en cuanto a mí, el "turbio Oficial Imperial" del que se sospechaba, no fue más que un desgarrador malentendido. Fui yo quien quiso preguntar a los tres reinos. ¿Cómo era posible que yo indujera tan fácilmente las acciones de figuras influyentes como la familia real y los candidatos a santos? Si pudiera hacer eso, estaría trabajando para la Agencia de Servicios Especiales, no para el Ministerio de Finanzas.

  Por supuesto, podía entender por qué los tres reinos sospechaban. Lógicamente, la posibilidad de que fuera obra del Imperio era ligeramente superior a la de unirme a un club por una chica. Es problemático porque ambas posibilidades son ridículas, pero una de ellas había ocurrido realmente.

  "Diles que pueden venir a la sala del club mañana por la tarde".

  Después de pensarlo un rato, se lo dije al vicedirector. Si este malentendido se deja solo por mucho tiempo, podría crecer en una dirección extraña. Ahora mismo, los tres reinos podrían considerarlo simplemente un truco para mantener a sus figuras clave bajo vigilancia, pero pronto podrían pensar que el Imperio está utilizando a sus figuras clave como cebo para cometer actos atroces contra ellos. 

  El Vicedirector también comprendió que un contacto rápido con los tres reinos era importante, así que lo aceptó sin oponer resistencia. Aunque lo cierto era que, aunque tuviera algunas quejas, no podía hacer nada al respecto. Sentía pena por utilizarle como mensajero, pero seguro que el resto del personal de la Academia se asustaría si hablaba con ellos.

  "Sí. Les enviaré el mensaje inmediatamente".

  "Gracias."

  Cuando regresé a la sala del club después de enviar al Vice Director de vuelta, vi que Louise todavía estaba luchando en el centro. Pero por mucho que fuera la protagonista de la historia, era extraño que Louise, que solo era de una familia de barones, estuviera bien entre ellos.

  Aún así, no era algo malo, porque cuanto más se aferrara Louise a esos cinco, más cómoda me sentiría. ¿Quizás Louise tenía el talento para ser una petrolera?

  "¡Ah, oppa!"

  Tan pronto como pensé eso, el aggro se volvió hacia mí. Louise volvió su mirada hacia mí, y también lo hicieron los otros cinco.

  ¿No me estás mirando demasiado? ¿Qué tiene de malo que te llamen oppa? No es mi culpa haber nacido antes que tú.

  Rodeada de ellos, Louise rompió el muro humano y me miró.

  "¿Dónde has ido? No sabía que habías salido".

  "No es nada. Es que alguien vino a buscarme".

  No podía soportar decir aquello de "Varios reinos se pusieron patas arriba porque los hombres hechizados por ti se reunieron en un mismo lugar". Louise asintió a mi respuesta y luego se dirigió hacia la estantería con una sonrisa en la cara.

  "¡Estaba a punto de compartir las galletas que sobraron ayer, para celebrar la incorporación de nuestros nuevos miembros!". 

  Louise ladeó la cabeza después de abrir el tarro de galletas.

  "¿Eh? ¿Esto es todo lo que queda?".

  Hoy me he comido unas cuantas. Me mareé un poco después de recibir tres puñetazos mentales, así que necesitaba un poco de azúcar. Lo siento, pensé que era la única que iba a comerlos de todos modos.

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