Capítulo 10 "Talasofobia"

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  Como olvidar ese bello día de septiembre, eran los últimos días de primavera y las clases recién habían terminado. Su hermana caminaba junto a Hero, tomados de la mano. Kel y Aubrey iban al frente con la comida, más tranquilos de lo que solían estar. Basil y Sunny iban al final con algunas cosas, como esa manta cuadriculada y algunos cojines. Ambos chicos estaban rodeados de un pleno silencio, no uno incomodo, sino uno bastante lindo. Mayormente se demostraban su cariño así, en silencio, con miradas y pequeñas sonrisas. No necesitaban hablar, ninguno era muy de las palabras. Nada más llegar instalaron en una esquina la manta y dejaron los pequeños aperitivos y las bebidas. Se sentaron, rieron, comieron y jugaron alguno que otro juego de mesa en el que casi todos ganaba Hero.

  A eso de las 4 de la tarde recuerda como Aubrey señalo una pequeña mariposa que revoloteaba por las flores del lugar. Kel intento agarrarla, pero la mariposa agito sus alas y él termino aplastando algunas flores, molestando a Basil quien por primera vez decidió regañar al castaño. “¿Cómo se te ocurre aplastar así las pequeñas margaritas?” decía una y otra vez, mientras el chico lo observaba haciendo un puchero. El azabache no pudo evitar seguir al pequeño insecto mientras se posaba en lo más alto de la gran estatua. Cruzo el puente hacia la estructura rodeada de un pequeño lago y comenzó a treparla. Tenía a la mariposa y a sus coloridas alas frente a él cuando Mari lo llamo asustada. El miedo se apodero de su cuerpo en el instante en el que bajo la vista para mirarla. Todos sus amigos lo miraban desde abajo, y en ellos también se posó una expresión de horror cuando el pequeño Sunny empezó a derramar lágrimas. “¡No mires hacia abajo, hermanito! ¡Tranquilízate!” grito su hermana y corrió tan rápido como pudo hacia él. Mirar hacia al frente tampoco fue buena opción. La pequeña mariposa fue atrapada por una araña y sus grandes ojos pasaron a fijarse en él y comenzó a avanzar lentamente. El pequeño dio un paso hacia atrás, olvidando que se encontraba lejos del suelo, cayendo al agua. Afortunadamente su hermana se sumergió y lo sacó a tiempo. Cuando se despertó estaba en el sofá de su casa, su madre y sus amigos estaban alrededor y Mari se lanzó sobre él y lo lleno de besos en la frente mientras lloraba desconsolada.

Desde ese día no lo dejaron acercarse a la estatua nunca más, y él desarrollo un miedo hacia ese tipo de lugares

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Desde ese día no lo dejaron acercarse a la estatua nunca más, y él desarrollo un miedo hacia ese tipo de lugares. Incluso se negó a meterse al mar en las vacaciones y para que no se quedara fuera de la diversión sus amigos lo enterraron en la arena. Basil estuvo haciéndole compañía, hasta que llegó la hora de irse y tuvieron que desenterrarlo.

  Mari siempre iba a estar ahí si necesitaba ayuda. Ella siempre estaba a su lado cuando estaba triste, y sus mejores momentos casi siempre tenían a su hermana de personaje principal. Era su superhéroe, su salvadora, su persona favorita y a quien más amaba por sobre todas las cosas. Y de un día para el otro dejo de sentir el calor de sus abrazos, su dulce voz, el brillo de sus ojos. ¿Por qué el mundo tenía la necesidad de quitarle aquello que amaba tanto? No lo sabía. Lo que si sabía es que no iba a dejar que le quitara a alguien importante nunca más…

 Lo que si sabía es que no iba a dejar que le quitara a alguien importante nunca más…

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Jajsja miau.

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