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- Oye, Noelle - cuestionó el cenizo mientras miraba el horizonte.

Estaba sentado en una colina no muy lejana de la base, contemplando el hermoso paisaje de las llanuras del Reino; un dulce viento bailaba refrescando el lugar, el cual estaba pintado de un color dorado, debido a la puesta de sol.

Al lado de él, estaba Noelle, leyendo un libro.

- Si,  Asta? - apartó un momento su libro y volteó a mirar al cenizo

- Eres feliz... conmigo? - cuestionó sin mirarla, estaba con la mirada fija en el paisaje

- ¿ Por qué preguntas eso ? — cuestionó curiosa.

- Mirando la pradera...me puse a pensar — al fin la volteo a ver, directamente a los ojos —. Un noble con buen estatus podria comprarte toda esta pradera solo por petición tuya...en cambio yo... si me pidieras algo así... difícilmente te lo podría cumplir — la chica miro al cielo pensativa un rato.

- Pues...no me interesa tener una pradera, eatas de suerte - bromeo, el cenizo río también, pero luego volvió a su seriedad.

- Hablo enserio Noelle, en cuestión de lujos...no los tengo...

- Y yo habló enserio Asta, no me interesa una pradera - le tomó la mano, y lo invitó a acostarse sobre el césped de aquella colina. Él hizo caso, y la chica se acostó al lado del cenizo, dejando descansar su cabeza entre el brazo y pecho de Asta — Yo quiero estos momentos, donde solo seamos tu y yo, juntos, disfrutando de nuestras vidas.

- Si...pero...

- Si lo que te preocupa son los lujos, pues cuando seas Rey Mago los tendrás — musito algo irritada.

- Pero...para eso faltará algo de tiempo...

La ojivioleta se levantó enojada de golpe —. Entiendelo Asta, yo solo quiero estar a tu lado, vivir contigo, estar contigo — se dió la vuelta y se cruzó de brazos —. Pero eres tan idiota que te cuesta entenderlo.

- No soy tan idiota...solo quería confirmar algo que ya sabia...porque tenía algo de miedo de que me rechaces...

- ¿ Rechazarte ? — se intrigó —. Pero si por más de 5 años que somos pare...— se dió la vuelta, y observó a un cenizo arrodillado sosteniendo una pequeña caja.

- Fui demasiado lento para pedirte que salgamos como pareja...no quería serlo también cuando te pidiera que fueras mi esposa — abrió la caja con la otra mano —. Noelle... ¿ aceptarias dame el honor de convertirme en tu esposo ?

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- Entonces te dijo eso — preguntó una pelirosa mientras tomaba el té junto a una peliplata en la sala del castillo del Rey Mago.

- Si — contestó Noelle —. Realmente me sorprendió ese día — sonrió mientras miraba el anillo que descansaba en su dedo anular.

- Bueno, el resto no tienes que decirmelo — rio la pelirosa —. Porque ya sé el desenlace... — musitó mientras miraba por la ventana a un cenizo, con el manto de Rey Mago, jugando con los gemelos Silva.

- Si — musito con una sonrisa Noelle mientras también miraba a su esposo e hijos jugar —. Aunque sigue siendo algo idiota — ambas rieron por aquel comentario.

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