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Faltaba unos pocos dias para navidad, recientemente habia pasado por la joyería, ya estaba listo mi pedido, hice que lo emvolvieran en forma de regalo y lo escondí en mi habitación.

También el otro día Yuno me vino a dar las gracias por darle el empujón a Mimosa, el pobre de Yuno ya no sabia que más hacer para que Mimosa se de cuenta de sus sentimientos. Pobre.

En un abrir y cerrar de ojos, Navidad llegó.

Desde muy temprano llamé al amigo de Liebe para saber si todo estaba listo. La verdad era que incluso habia contratado servicio de un restaurante para cenar mientras vemos las lices del árbol del centro comercial. Si, mi mesada se hizo humo, pero...valia la pena.

Noelle estaba muy alegre por la mañana, tarareaba una canción mientras servía el desayuno.

— Hoy estas muy contenta... más de lo habitual.

— Bueno — me lanzó una mirada algo...juguetona —. Es que...te puedo contar un secreto?

— ¿Secreto? — suspiré ya haciendome una idea de lo que Noelle diría —. Te escucho.

— Es que...yo he estado enamorada desde niña de un niño de cabellos cenizos que conoci en la guardería — no pude evitar sonrojarme, pero guarde la compostura —. Pero el miy tonto se olvido de mí — hizo un puchero.

— Habrá tenido sus razones — comenté mientrase sentaba para desayunar —. Como por ejemplo, que la niña de la cual estaba enamorado, sin saberlo, se fuera sin más sin dejar rastro.

— Bueno... — miró hacia un lado mientras su sonrisa temblaba levemente —. Son detalles...vagos...el punto es que...¿A qué no sabes?

— ¿El qué? — le seguí el juego.

— Hoy...me pedirá que sea su novia formalmente — sonrió para luego sentarse enfrente mio, colocando los codos sobre la mesa y reposando su rostro sobre las palmas de sus manos —. Obviamente por eso estoy feliz.

Desvie mi mirada mientras comía mi panqueques —. Me alegro por ti — escuché como reia dulcemente mientras se levantaba y acercana su mano con una servilleta a la comisura de mi boca.

— Enserio — suspiro con dulzura —. Eres un niño aún cuando comes — me limpió con la servilleta para luego volver a sentarse —. Si no te atoras por comer rápido, te ensucias.

Hoy estana peculiarmente agresiva también...bueno...have tiempo su timidez se habia ido de vacaciones, al menos cuando estábamos a solas, pero... aún no me acostumbro a la Noelle agresiva.

— Bueno — suspiré obviamente totalmente la situación —. Me alegro por ti, espero seas feliz con aquel...chico de cabello cenizo — murmuré para después levantarme y recoger mi plato.

— Créeme que solo verlo y hablar con él me hace mi mundo — no les mentiré, mi plato casi se rompe cuando se me resbaló de la mano después de escuchar aquel comentario de Noelle.

Al llegar la tarde, Noelle ya estaba lista, tenia puesto un vestido largo de una sola pieza de color turquesa, unos tacos y un abrigo. Su cabello iba recogido en forma de flor. No llevana puesto maquillaje, ella es hermosa incluso sin eso.

Yo llevaba un traje azul marino, con una corbata roja algo brillante.

— Noelle — la llamé, ella me sonrió y se acercó a mi.

— ¿Si?

— Cierra los ojos un momento.

— Que atrevido — bromeó, lo cual me hizo sonrojar, Noelle me miró con ternura para luego cerrar los ojos.

Astelle Donde viven las historias. Descúbrelo ahora