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— ¿Por qué me hicieron participar en esto? — refunfuñaba un cenizo mientras sentado en una silla de madera de patas largas, sostenía el guión de la obra teatral con una mano, mientras que con la otra se tapaba el rostro.

— Para que dejes de ser un idiota y nos creas — acertó a decir un albino que estaba disfrazado de arbol —. ¡ A que me queda estupendo!

— No lo sé, tal vez deba tener un color verde más oscuro — comentaba Yuno, quien estaba disfrazado como un bufón —. En cambio el mio esta muy bien hecho.

— Saben qué — suspiró el cenizo mientras levantaba la vista —. Para mí los dos van vestidos de bufones — se levantó y dejó el libreto en el asiento, para luego salir del auditorio rumbo a la azotea para tomar algo de aire.

— Hoy anda más amargado de lo normal — carraspeo Liebe mientras se quitaba su disfraz.

— Déjalo, anda preocupado en no dar la "talla" según él — mencionó mientras se quitaba aquel sombrero de bufón —. ¿Recuerdas lo que decían cuando estaban alrededor de Noelle en el salón?

— Ah sí — dijo mientras tomaba un poco de agua de una botella —. "Que debía ser alguien a la altura de Lady Noe y blah blah" — hizo un bottle flip para luego caer sentado en el suelo —. Son estupideces.

— Pues — suspiró mientras tomaba otra botella de agua —. Para él no.

— ¿Disculpen han visto a Asta? — cuestionó una peli plata quien lucía su uniforme de primavera —. Quisiera...practicar con él algo del libreto...

— Se fue por allí — mencionó sin más el azabache, pasando por alto que Noelle lo había hecho asustar a tal punto de escupir toda el agua bañando a Liebe en el proceso.

— Gracias — fue lo dijo al irse.

— ¡Serás maldito! — exclamó Liebe levantándose de golpe, iba a atacar a Yuno, pero este levantó su mano haciendo una señal para que se detenga.

— Podriamos pelear entre nosotros o escabullirnos y ver de que hablan — con la misma mano señaló por donde se habia ido Noelle y anteriormente Asta.

— A veces eres alguien listo, Yuno — sonrió con malicia para luego seguir a Noelle,

— Se nota que son hermanos — tomó algo de agua —. Son demasiado predecibles — carcajeo para luego seguir al albino.

— "El amor me dijo...el amor me dijo donde... donde...agh" — refunfuño al olvidarse del diálogo —. ¿Podré estar a su altura?

— ¿ A la altura de quién ? — cuestionó un peliplata al sorprenderlo ensayando en solitario en la azotea.

— No...Noelle...¿Cómo sabias?...¿Por qué estás aquí?

— Bu-Bueno...te estaba buscando — giró su rostro para ocultar su sonjo y empezó a caminar lentamente en círculos para ocultar su nerviosismo.

— ¿ A... mí?

— Si...a ti — lo miro de soslayo, pero no pudo mantener su vista, sus orejas empezaron a arder y forzosamente apartó la mirada —. Quería... prácticar contigo unas escenas...en privado.

El cenizo se sorprendió y a la vez, sentía que su corazón en cualquier momento se saldria de su caja torácica.

— Ya..Ya veo — musitó desviando la mirada —. ¿Que escenas quisieras... prácticar?

— Dos...en específico... — le dió la espalda, no tenía el valor para mirarlo a los ojos —. Cuándo Julieta hace su juramento de amor...y cuando Julieta muere.

Astelle Donde viven las historias. Descúbrelo ahora