Sawan

Capítulo 11

Chimon estaba sentado ante su escritorio, viendo la brillante superficie sin realmente verla. Su mente estaba muy lejos. Como le sucedía a menudo últimamente, ocupado pensando en Perth.

Habían pasado seis meses desde que Perth lo dejó atrás y no pasaba un día sin que Chimon pensara en el hombre.

Casi había pasado una semana antes de que Chimon recibiera un mensaje por el email del trabajo de Perth. Él había obtenido la dirección de Darika. No decía mucho, solo un 'hola' y un breve reporte de Japón pero el mensaje había llegado al corazón de Chimon. Chimon le había contestad enviándole la dirección de su email personal y él y Perth se habían mantenido en constante contacto desde entonces.

Mientras que Perth hacía frecuentes referencias de las cosas que quería hacer con Chimon y que extrañaba el no poder hacerlo, la mayoría de los mensajes realmente eran cosas cotidianas, solo para mantenerse en contacto.

Perth incluso le había enviado regalos desde Japón. Claro, no había nada de inocente en eso. Chimon sonrió pensando en el manga que Perth le había enviado

Él estaba impactado al descubrir que había todo un género llamado yaoi dedicado a las relaciones gay. Incluso estaba más impactado al descubrir que eran mujeres las que escribían esas malditas cosas. El trabajo de arte era hermoso y aunque él no podía leer japonés, las imágenes eran suficiente para hacerlo ruborizar. Chimon había escondido el manga en su suite y lo miraba a solas pensando en Perth.

Eso era muy a menudo.

Chimon estaba obsesionado. Lo sabía. Él no podía superarlo. No podía dejar de pensar en Perth. Revisaba su correo personal al menos cuatro o cinco veces durante el día con l esperanza de encontrar un mensaje. Cuando estaba en su habitación por la noche, dejaba su programa de email abierto y con un 'beep' alto cuando recibiera un mensaje. Pasaba mucho tiempo viendo los sitios en la website de Orot Sawan y los sitios web de sus fans, manteniéndose al tanto de lo que sucedía en la gira. Incluso entró en sitios web japoneses, donde no podía leer nada, pero podía ver las imágenes. Entonces cambió a sitios en Nueva Zelanda y Australia que si podía leer. Fascinado, recorrió sitios en India, Grecia e Italia.

Constantemente revivía las dos noches que había pasado con la estrella de rock. Los besos de Perth y las caricias sobre su piel, incluso meses después. Eso era una locura, lo confortaba y lo frustraba.

Arrastrado por su locura, encendió el ordenador y abrió el último mensaje de nuevo:

"De: Perth

Para: Chimon

Tema: Ven a verme.

Tendré unos días antes de iniciar la gira por Estados Unidos. Estaré en Ao Nang ¹ este fin de semana. Ven a verme..."

Incluía la dirección y terminaba como siempre: "Extraño tu sabor. P."

De algún modo, eso siempre hacía que Chimon se ruborizara.

¿Se atrevería? Quería hacerlo. Más que seguro. Pero ¿podría solo ir como un drogadicto por su siguiente dosis? ¿A pesar de los emails y que en cada uno él trataba de convencerse de que necesitaba superar lo de Perth y seguir con su vida?. Incluso comenzó a ver a otros hombres. Después de todo, aparentemente había disfrutado todo lo que había hecho con Perth.

El problema era que no se sentía atraído por otros hombres. Al menos ninguno de los que había visto hasta ahora. Incluso entró a navegar por internet en sitios porno gay y sitios eróticos gay y, aunque admitía que muchos de esos hombres tenían muy buena apariencia, ninguno de ellos despertaba el interés que Perth lograba. El único que se acercaba era Judo Tantachj. Que no tenía ningún sentido porque, a pesar de tener una constitución similar, ellos no se parecían en nada. Lo realmente extraño es que seguía notando a las mujeres.