Epílogo

215 31 19
                                    

KAZZ MAGAZINE

"¿Entonces ellos están juntos o no?

Si me lo preguntas, ellos definitivamente están juntos.

Finalmente sabemos su nombre.

Esta es su fotografía. Su nombre es Chimon Wachirawit, 29 años, propietario y gerente del Hotel Wachirawit, localizado en Koh Phi Phi Don. Él y Perth Tanapon son realmente, realmente, buenos amigos o ellos son amantes.

Nadie lo ha confirmado ni negado..."

El artículo mencionaba algunos astutos comentarios que Perth había hecho el año anterior, todos inclinados a que tenía un amante masculino, sin confirmar nada. Lo que confundía a la prensa era que Perth seguía teniendo citas publicitadas con modelos y estrellas que lo acompañaban a clubes y conciertos a los que Chimon no estaba interesado en asistir.

A Chimon no le importaba eso. Él conocía a todas las chicas que tenían 'citas' con Perth y era buen amigo de algunas de ellas. Todas sabían quién era el compañero real de Perth y ninguna dejaba salir el gato de la bolsa.

Chimon oyó pasos en la habitación y levantó la vista.

Perth estaba en el marco de la puerta. Su pelo desordenado evidenciaba que no se lo había peinado desde que se levantó de la cama, probablemente un momento antes. Sus hermosos ojos estaban medio cerrados y esa hermosa boca abierta en un enorme bostezo. Se rascó distraídamente el pecho mientras se dirigía a Chimon. Los botones del pijama negro de seda, peligrosamente cerrados, deslizándose en su delgada cadera.

-Buenos días- murmuró. Se inclinó y besó la cima de la cabeza de Chimon y siguió hacia la cocina.

Chimon dejó la revista frente al asiento que acostumbraba ocupar Perth en la mesa del comedor de Chimon y le dio un trago a su café.

Oyó a Perth servirse su propia taza de café  y el ruido del cereal y de la leche siendo servidos. Perth regresó a la mesa, inseguro cuando vio la revista.

-¿Qué infiernos?

-Linda fotografía mía, no te parece?- Chimon preguntó.

Perth dejó su taza y los cereales y cogió la revista.

Chimon vi la cara incrédula de Perth, entonces molesta, entonces la ira se mostró en esos expresivos rasgos. Se dejó caer en la silla murmurando maldiciones mientras leía. Finalmente miró a la cara a Perth.

-Jesús, hombre lo siento.

-Sabíamos que podría suceder.

-¿No estás enfadado?

Chimon se encogió de hombros.

-Al menos ellos mencionaron el hotel.

Perth inclinó la cabeza a un lado.

-¿Realmente no estás enfadado?

-Perth, tú vienes y te quedas en el Hotel Wachirawit regularmente cuando no estás en una gira o algo así. No puede ser difícil descubrir que vendiste tu casa en Bangkok y que prácticamente vives aquí. No puede ser difícil descubrir que cuando te quedas aquí no te quedas en ninguno de los cuartos de los huéspedes.- Se rio-. Si nosotros tratábamos de mantenerlo en secreto hicimos un pobre trabajo. Me sorprende que les haya llevado tanto tiempo.

-Sí, supongo. Quizás no soy tan popular como pensábamos.

Chimon bufó incrédulo.

-¿Esto te molesta?

Perth movió su mano en el aire, entonces cogió su taza de café.

-No. Los rumores de nuestra relación solo ayuda a dar publicidad. Seguro que habrá alguna ciudad antigay que no va a aceptar que toque en su ciudad pero la mayoría nos están pidiendo.- Él le dio a Chimon una breve mirada de culpa-. Darika quería preguntarte si querías acompañarnos a la gira de Australia el próximo mes.

-¿Huh?

Perth sonrió.

-Ella cree que solo se alimentarían los rumores si tú estás con nosotros pero no confirmamos nada.

Chimon lo miró fijamente y se carcajeó tan duro que dejó su taza de café.

-¿Estás bromeando?

-No.- Perth sonrió-. Aunque esto podría ser peor.

-Temo preguntar.

-Ella y nuestro equipo de publicidad están tratando de decidir la mejor manera de darle la noticia a la prensa. Ellos creen que debemos hacerlo pronto.- Él dejó la taza de café y tenía una sonrisa presumida en su cara-. La idea favorita es que anunciemos nuestro compromiso.

Chimon parpadeó y dejó de reír.

-¿Qué?

La caliente mirada de Perth estaba fija en Chimon mientras se inclinaba hacia adelante.

-La idea tiene su mérito.

-No podemos casarnos.

-No en Tailandia pero podemos en partes de Canadá o, incluso mejor...- movió las cejas cómicamente.- ... ¡Ámsterdam!

Chimon gimió. Un comentario acerca de Ámsterdam murió en sus labios cuando finalmente se dio cuenta lo que realmente estaba diciendo.

-Espera. ¿Quieres esto?

Perth tomó su mano entre las suyas. Su mirada fija en la de Chimon.

-Te amo. Me casaría contigo en un segundo.

-P-pero...

Perth acunó la mandíbula de Chimon y se inclinó para darle un suave beso en los labios.

-Quiero esto.

Derrotado, Chimon correspondió el suave beso de Perth.

-Sé que lo quieres.

-Di que me amas.

-Te amo.

-Di que quieres casarte conmigo.

-Estás loco, ¿sabes eso?

-Mmmm. Dejando ese punto de lado. Di que quieres casarte conmigo.

Suspirando melodramáticamente, Chimon llevó su brazo libreo alrededor del cuello de Perth. Apartándolo para mirarlo a los ojos.

-Bien. ¿Pero por qué me siento como si yo fuera la novia?


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
SawanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora