6 - Dolor.

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– ¡Si eres débil ante el dolor, serás débil ante todo!.

– ¡Lo entiendo!.

– ¡Puedes tener un cuerpo fuerte, pero si tu mente es débil, entonces no serás nada!.

– ¡Fortaleza!.

– ¡Si, eso mismo!.

A la distancia, veo como Neir entrena a Dieb con todo lo que tiene, desde ejercicio básico pero continuo, hasta combates directos.

«Llevan 3 horas en ese ciclo».

Creo que Neir está siendo muy duro con Dieb, pero, no me creo en el derecho de detenerlos, después de todo, Dieb está dando hasta lo último de sí mismo para hacer todo al pie de la letra.

– Bien, terminamos por ahora, te espero en la noche para enseñarte algo de computación. Cuando eres un espía debes tener mucho conocimiento respecto a la tecnología.

– Ahí estaré, señor.

– Si, buen trabajo en tu primer día. Eres más resistente de lo que pareces.

– Yo también sufrí el entrenamiento juvenil de la Familia, supongo que eso me dio cierta resistencia. Pero solo eso.

– Bien, explotaremos esa resistencia al máximo, nos vemos entonces.

El deja a Dieb, y me mira con curiosidad, a lo cual detengo un cuchillo qué venía volando directo a mi espalda.

– Lamentable.

Y sale de la habitación.

– ¿Estás bien, Hermana?.

– No te preocupes, sabes que él no logrará matarme, incluso si lo quisiera.

– Si, lo sé.

– ¿Y a ti, como te fue con ese entrenamiento?.

– Podría ser mejor.

Suelto una pequeña risa, y salgo con él del cuarto de entrenamiento.

– Yo voy a ir con Neir, tu descansa aquí.

– ¿Estarás bien?.

– Te preocupas demasiado.

– Ese tipo ha intentado matarte muchas veces, no puedo solo confiar en él.

– Yo, yo sé que él no nos hará nada, o por lo menos no mientras la lucha siga. Pero, por los momentos, nuestra única opción es confiar en él.

– Yo, lo entiendo.

– Bien, tu ve y descansa, nos vemos luego.

Me despido de Dieb en la entrada de la habitación, y camino por el pasillo hasta llegar a unas escaleras que descienden hasta el sótano.

«No parece haber ninguna trampa».

Asi que decido seguir con mi camino.

– Bienvenida.

– Si, si, ya estoy aquí. ¿Qué prosigue?.

Al verme, Neir se levanta de una silla, acercándose a una pequeña mesa de madera.

– Como sabrás, nuestro objetivo es destruir a la Familia, la mafia más poderosa sobre la faz de la Tierra, de la cual su poder llega a cada rincón del planeta, controlando desde el más mínimo tráfico de droga hasta el más grande ataque terrorista. Ellos están en todas partes, pero, así como tienen aliados, también tienen enemigos.

El golpea dos veces la mesa, y al momento se abre un agujero a mis pies, en el cual evito caer con facilidad.

– ¿En serio?

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