•27장•

97 5 1
                                    

.TN.

Jungkook se alejó de mí para ir a pagar el equipo que necesitaríamos para hacer ski. Yo estaba algo nerviosa, pero toda mi vida quise hacer esto asique también estaba muy feliz y emocionada.
Cuando Jungkook volvió, vino con un hombre que nos enseñaría como usar las cosas correctamente y como hacer este deporte.

Estamos en Finlandia, también conocido como el país de la felicidad.

Cuando yo y Jungkook estábamos decidiendo qué países visitar, uno de los primeros fue Finlandia, ya que los dos siempre habíamos querido venir.

Ahora mismo nos encontramos en unas montañas nevadas, ya que aquí hay como una especie de parque donde puedes esquiar, jugar con nieve...incluso hay una pista de hielo. Literalmente, es el paraíso.

La primera actividad que decidimos hacer fue este deporte con palos y tablas.

Con una especie de elevador, subimos una colina, por la cual después bajaríamos esquiando. El instructor nos indicó cómo hacerlo, y el primero que bajó fue Jungkook. Empezó bien, pero después se tropezó y cayó al suelo llenándose de nieve. Cayó rodando hasta el final de la colina mientras que yo tenía una mezcla entre ganas de reír y preocupación.

Cuando comprovamos que Jungkook estaba bien, me coloqué en posición, y solté un grito cuando aquello empezó a ir para bajo. Al contrario de Jungkook, yo ni siquiera empecé bien. Los palos se me cruzaron y me caí, rodé hasta el final de la colina encontrándome con Jungkook, quién corrió hacia mi mientras reía.

-¿Estás bien, amor? - preguntó riendo y yo asentí de la misma manera.

-¿Y tú? - pregunté y el se agachó para ayudarme a levantar.

-Me duele un poco el cuello. - sonrió débilmente y yo besé su cuello, recibiendo una mala mirada de Jungkook que me hizo reír.

-En cama te hago un masaje.

-¡Yei!

Seguimos con nuestras actividades, y decidimos ir a patinar a la pista de hielo. Alquilamos los patines y nos lo pusimos en un banquito que había.

Mr levanté y juntos caminamos a pasos torpes hasta la pista.

Entramos y yo casi me caigo.

Jungkook agarró mis brazos ayudándome a no caer y a la vez yo me sujeté a el.

-Me voy a caer. - dije riendo mientras me soltaba lentamente de el.

-Yo no, yo soy un expert... ¡Aaaahh! Auch... - me giré rápidamente para verlo en el suelo mientras se quejaba de su cuello.

-Un experto eh... - dije mientras lo ayudaba a levantarse, pero esto solo provocó que me cayera sobre el, aplastándolo.

-Amor, no puedo respirar.. - susurró y yo me aparté de el quedando sobre el frío hielo.

Nos levantamos y tratamos de seguir deslizándonos por la superficie glaciar.

Después de muchas caídas, risas, y huesos rotos, pudimos patinar con algo de destreza, o almenos sin caernos cada dos segundos. Era muy divertido ver cómo, de vez en cuando, el otro perdía el equilibrio y hacía malabares para no caerse al suelo. Por ahora, esta actividad está siendo mi favorita.

Después de unas horas, ya nos dio hambre, asique fuimos a un restaurante que había allí. El interior era muy acogedor, todo era de madera y había una chimenea que calentaba todo. Esto me recordaba a una escena de mi videojuego favorito: The Last Of Us.

Me quité el abrigo y los guantes para después sentarme en la silla. Pedimos lo que íbamos a comer y el mesero llegó, como en todos los restaurantes.

Yo pedí una sopa, pues tenía algo de frío, y Jungkook pidió unos espaguetis.

—¿Después de comer a donde vamos? — preguntó y yo sonreí al recordar la sorpresa que tenía.

—Es sorpresa. — sonreí.

—Aahgg. — dijo frustrado y yo reí por lo tierno que se vió.

Después de comer, subimos a un taxi que nos llevó a la tienda donde compré la sorpresa para el.

Era una tienda en donde tú podías personalizar varias cosas, y yo decidí mandar a personalizar dos suéteres negros con un dibujito cosido con forma de perrito, bueno, de nuestro Bamie.

Creo que le va a gustar, o eso espero.

Si se pregunta cómo es que me nos comunicamos con las personas de los países en los que estamos, es porque, en la mayoría de ellos, las personas también hablan inglés, asique así nos comunicamos.

Entramos, y fuimos a la recepción donde di mi nombre y mis datos. La chica fue a buscar nuestro pedido, el cual estaba en una bolsita de regalo como yo lo había pedido. Pagué todo esto en línea, asique solo lo tomé y salimos de allí.

—¿Qué es? — preguntó con sus ojitos abiertos.

—Lo verás en el hotel, mi amor.

—Entonces vámonos ya, igual ya es tarde. — reí.

(…)

—Quiero ver, quiero ver. — dijo subiéndose a la cama y se sentó junto a mí.

—No es gran cosa... — me interrumpió.

—Dame eso. — me quitó la bolsa y yo sonreí.

La abrió con cuidado de no romperla y se quedó algo confundido mientras veía el interior de la bolsa.

Metió la mano y de ahí sacó uno de los suéteres. Uno era de su talla y el otro de la mía, claro.

Desdobló la pieza de ropa y la analizó durante unos segundos para después mirarme emocionado.

—¡¿Es Bam!?

—Claro, mi amor. — reí.

—¡Aaaahh! Gracias, bebé. — se tiró a mí y me abrazó fuerte.

Algo que me encanta de Jungkook, es que, por muy pequeño que sea el detalle que le haga alguien, siempre de emocionará mucho y te lo agradecerá mil veces.

Yo quedé acostada sobre la cama y el encima mío mientras me abrazaba como un koala. Su cara estaba escondiéndose en mi cuello y su nariz rozaba esta zona.

—Gracias, enserio mi amor, gracias. — se separó de mí y besó mis labios.

—Oye, hoy casi no te he besado. — dijo frunciendo el ceño y empezó a dejar muchos besitos en mis labios mientras yo reía.

En verdad, soy muy afortunada de tenerlo.

Una vez me dio unos cuantos besos, dejó uno sobre mi mejilla y se separó de mí para vestir el suéter.

Yo hice lo mismo y así quedamos en conjunto.

Esto puede ser un poco infantil para nuestra edad...pero no nos importa.

Nos sacamos varias fotos juntos, y de verdad que salíamos muy monos.

Cuando terminé de sacar la última foto, Jungkook tomó mi cintura y besó mis labios tiernamente.

—Te amo. — susurró acariciando mi mejilla.

—Lo sé, y yo también te amo a ti. — besé sus labios.

CONTINUARÁ...

Solo nosotros dos. 2 ||Jk+Tn|| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora