•12장•

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Días después.

—Bien, tienen descanso de 15 minutos.

Sin decir nada cerré mi cuaderno y apoyé mi cabeza en mi mano mientras dibujaba algo sobre la portada de mi cuaderno.

Sigo igual de triste que hace unos días por las mismas razones, solo que ahora tengo que venir a la universidad. Todo el mundo sabe qué pasó conmigo y con Jungkook asique soy conocida como "Puta salvaje", pero eso es el menor de mis problemas ahora mismo. El mayor de mis problemas se llama Jeon Jungkook, como siempre.

—Oye, Puta salvaje, ¿Me prestas un lápiz? — comentó un chico mientras reía y yo lo ignoré.

Seguí dibujando mientras pensaba en lo asquerosa que es mi vida. Para colmo, hoy Lisa no había venido, asique estoy completamente sola. Eun Woo tampoco está, pues se tuvo que ir ya que una maestra lo llamó.

—¡Puta salvaje, Puta salvaje Puta salvaje…! — comenzaron a cantar varias personas en coro y ahí sí me sentí realmente mal.

Cogí mis cosas, las metí en mi mochila y salí del salón mientras todos me hacían burla.

No soporto a tantos imbéciles. No entienden que esto es serio y que estoy mal, muy mal, y yo soy consciente de eso.
Aún sigo pensando en mi bebé. Quiera que no, ya me había acostumbrado a la idea de tener un hijo, y hasta le estaba empezando a coger cariño, asique supongo que me costará un poco más de lo que pensaba.

Me dirigí a la salida de la universidad y pagué un taxi para que me llevase a casa, no tenía ganas de aguantar más clases ni más idiotas.

Cuando llegué entré y Nana me recibió.

—Cariño, ¿Por qué llegas tan temprano? — preguntó mientras me abrazaba.

—No tenía ganas de seguir allí. ¿Jungkook está en casa?

—No, se fue hace unas horas a trabajar.

—¿Se llevó comida?

—Sí.

—Ok. — dije subiendo las escaleras.

Como era de esperarse, nada ha cambiado entre Jungkook y yo, y no es que esté esperando a que él haga algo, solo necesito tiempo para pensar las cosas y saber qué hacer. El fue un cabrón, pero ya me pidió perdón, y las veces pasadas que me pidió ser su novia siempre cumplía su palabra.

La primera vez que rompimos no fue su culpa, y bueno, ahora estamos así.

Entré a mi habitación y me vi en el espejo.
Estaba usando ropa muy holgada ya que es cómoda aunque hace mucho calor.

Tenía los ojos rojos, supongo de llorar, y unas ojeras enormes. Obviamente, tampoco tengo ganas de maquillarme para la universidad, asique no lo hago, ya suficiente mierda tengo yo que aguantar para ahora estarme preocupando de mi apariencia.

Tomé el borde de mi suéter y lo subí levemente para ver mi abdomen, he bajado bastante de peso, de hecho se me notan un poco los huesos ya que no estoy comiendo bien y normalmente vomito cada vez que como algo porque pienso que me voy a poner gorda, es estúpido, pero es así.

Bajé de nuevo mi suéter antes de ponerme a llorar e hice contacto visual conmigo en el espejo.

Verme en un estado tan deplorable no me gustaba, obviamente, me sentía sucia ya que hace días que no me bañaba, me sentía triste, y no tenía ganas de nada.

—Joder...se acabó.— dije mirándome al espejo. — Voy a mejorar, y lo voy a hacer desde ya...— pasaron unos segundos. — ¿A quién engaño? No puedo...— dije con voz temblorosa y sentí mis lágrimas correr por mis mejillas. —A-ahg. — dije limpiando estas.

Solo nosotros dos. 2 ||Jk+Tn|| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora