"𝐋𝐨𝐬 𝐂𝐨𝐦𝐩𝐚𝐧̃𝐞𝐫𝐨𝐬 𝐝𝐞 𝐮𝐧 𝐋𝐨𝐛𝐨 𝐒𝐨𝐥𝐢𝐭𝐚𝐫𝐢𝐨"

Capítulo 8: Orgullo y vergüenza

- "Entonces..." - Comenzó una loba gris - "¿Creen ustedes que los conejos y los ciervos viven en la luna?" - Preguntó, mirando a todos los demás lobos en la habitación.

- "¿Ciervos? Pensé que las historias eran sólo sobre conejos. ¿Cuándo se involucró a los ciervos?" - Habló otro lobo gris. Un macho bajo con gafas, mirando más allá de Legoshi, junto a quien estaba sentado, para ver a la mujer que hizo la pregunta por primera vez.

- "No se. Era sólo una historia que mis padres solían contarme. ¿Pero realmente crees que viven allí arriba?" - La chica continuó.

- "Bueno, ¿cómo podrían hacerlo? Allí arriba no hay aire para respirar" - Respondió el macho.

Esto pareció satisfacer a la hembra ya que volvieron a sentarse en silencio. Mirando un modelo grande de la luna mientras brillaba maravillosamente. Emitiendo una luz que recordaba a la auténtica.

Actualmente, Legoshi y una docena de lobos de diversos sexos y filas estaban sentados juntos en un espacio cerrado. Habitaciones que fueron construidas específicamente para que ciertas especies pasen aproximadamente una hora. Hechas a medida y decoradas con cosas reconfortantes para ellos. A los lagartos se les dio abundante humedad, las cebras tienen grandes polos negros y los osos polares tenían una habitación completamente fría.

La habitación del lobo era bastante sencilla. Sólo un montón de sillas acomodadas una al lado de la otro y una réplica casi perfecta de la luna para mirar. Otros pueden pensar que era básico o extraño, pero para ellos era casi perfecto. Simplista y eficaz.

En realidad, esta era la primera Hora de Biología de Legoshi y se sintió a gusto. Su gran y aterrador cuerpo se sentía completamente relajado y tranquilo, permitiendo que su mente se preguntara.

Conejos y ciervos que viven en la luna...

Pensó. Era una tontería pensar que algo así era posible, pero también lo eran un lobo como él, un conejo o un ciervo yendo todos a la misma escuela.

Sus pensamientos pronto comenzaron a dudar una vez más. Mirando a la luna, Legoshi pudo ver a Haru. Se estaban repitiendo los recuerdos de su época con la conejita de grandes pechos y pequeños ojos. Por cómo se encontraron en el tejado. Ayudándola con el club de jardinería. Hasta cuando ella lo metió en ese cobertizo y le desabrochó los pantalones. La forma en que ella se veía antes de que él se fuera. Todo ello repitiéndose en su mente.

El Superma interior de Legoshi anhelaba otra oportunidad con Haru mientras el propio Legoshi todavía no estaba seguro. Los sentimientos todavía estaban mezclados y confusos, sin embargo, había una cosa confusa que sentía. Orgullo.

Esa fue la primera vez que alguien me trató como un animal macho

No como un gran monstruo aterrador que acecha en la Oscuridad, sino simplemente como un hombre normal

E incluso cuando yo... llegué, no había ningún temor de ser devorada en esos pequeños ojos negros

Sólo quiero... preguntarme qué está haciendo ella ahora mismo

Probablemente esté cuidando esas flores

¿Cómo las llamó?

Sus bebés

Sí

Probablemente Haru solo esté cuidando a sus bebés