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- ¡¿Se fue?! - Gritó alterado OMS.

- ¿Quién mierda desconecto la puta máquina? - Preguntó el otro médico, conectando de golpe la máquina que mantenía a China conectado con este mundo.

El hombre responsable solo miro a los demás, quienes lo miraron confundidos, luego hizo un movimiento rápido donde salió corriendo de la habitación.

- ¡Seguridad! ¡Atrapen al hombre! - Exclamó OMS, mientras se quedó en total silencio y atónito a lo que vió de China.

-...-

Rusia agarraba firmemente los brazos de norcorea para evitar que se golpeara a si mismo, mientras lo sacaba de aquella habitación.

Bielorusia fue a ayudar a su hermano mayor, agarrando también a Corea del Norte para poder llevarlo a uno de los asientos de la sala de espera.

- Dios... Corea, cálmate, China estará bien... - Dijo Kazajistan, tratando de ayudar.

- Muerte... Muerte... Para muerte... - Susurraba, mientras apretaba sus ojos con fuerza.

Pasaron las horas, donde no había noticias alguna de China, Hasta que OMS salió con una camilla detrás de él, teniendo a China recostado, pero con los ojos cerrados aún.

- El está estable, podemos considerar que pueda despertar muy pronto, pero lo menos probable es que lo haga hoy o en unos cinco (5) días. - Dijo OMS, seriamente.

- Está bien... Gracias. - Rusia se giro, mirando a sus hermanos y medio hermano.

Todos miraron a Rusia, esperando a que diga algo, sin embargo, Rusia solo suspiro antes de hablar, no sin antes guardar un profundo silencio, algo emocionado.

- El está estable, y puede despertar pronto, pero lo menos probable es que despierte hoy o en cinco (5) días...- Hablo Rusia, antes de ver a Norcorea levantarse de su asiento tal cual como un resorte.

- Quiero verlo, ¿Puedo verlo? - Preguntó, con su cabeza baja.

- Tenemos que esperar a que lo instalen en su habitación, que toma como media hora, así que tendremos que esperar.-

[...]

— Se supone que debo estar todavía en coma, y si es que vienen en unos minutos a verme ¿Que hago? — Preguntó el chino al medico.

Usted solo finja estar dormido todavía, luego de unos minutos abra los ojos lentamente y ya, pero no hable normal, tiene que hablar despacio y no decir las palabras completas... — Explicó brevemente la organización.

Está bien... ¿Ya terminaste de conectarme a la máquina? — Preguntó, viendo al contrario asentir.

Bueno, le deseo suerte. — Sonrió amplio, luego se retiró de la habitación.

China miro a todos lados, viendo la habitación detalladamente, mientras se recostaba de nuevo antes de cerrar los ojos, quería descansar su vista.

Después de unos minutos, cuando los presentes que estaban esperando pacientemente el poder ver de nuevo al chino estaban por abrir la puerta, China suspiro y asintió, para permanecer con los ojos cerrados.

Bielorusia, Rusia y Corea del Norte entraron, ya que Kirguistan quiso irse antes, el no tenía la esperanza de que China pudiera abrir los ojos de nuevo.

¡Señor China! — Norcorea corrió a abrazarlo, aunque el asiático estuviera "inconsciente" se alegraba por saber que China aún seguía con vida.

China se sorprendió al sentir el tacto de norcorea, quiso moverse para corresponder el abrazo, pero se detuvo, debía esperar un poco más.

Iremos por comida, ¿Quieres que te compremos algo, Corea? — Preguntó Rusia, viendo a Corea negar.

Los dos hermanos salieron, dejando a Corea con China en la misma habitación solos, Corea se sentó en la silla que estaba al lado de la camilla donde se encontraba acostado China, lógicamente separando se del mayor.

Tengo que admitir que me asuste, pensé que moriría... — Lo último lo menciono en voz baja.

No iba a morir, Corea. — China no se aguanto más, y decidió hablar, giro su cabeza y vio la sorpresa que reflejo Corea en su rostro.

S-s-señor... ¿Señor China? — Giró su cabeza, pero aún sin ver el rostro de China.

El mismo. — Lo decía con un tono de voz suave, haciéndolo sonar cansado.

Corea no pudo más, y se levantó de golpe para abrazar a su tutor fuertemente con lágrimas en los ojos, mientras China acariciaba suavemente su cabello.

Señor... Señor, despertó... — Susurro Corea, mientras se aferraba más al cuerpo del mayor.

Si, estoy despierto... — China besó su cabello, mientras lo acariciaba.

Corea levantó su cabeza, mirando por primera vez a los ojos al mayor, por fin, manteniendo un contacto visual.

Eso fue una obra de arte a ojos de China.

— Lo extrañe... — Fue lo único que dijo, antes de romper el contacto visual.

... También yo. — Acarició su cabeza, mientras el norcoreano casi derramaba lágrimas de felicidad.

— Pasaron muchas cosas, demasiadas... Estaba preocupado, estuvo así por dos años, señor... — Susurró, China solamente besó la cabeza del contrario, mientras lo acariciaba, como un intento de consuelo.

Y es que, China no sabía consolar a nadie, a el nunca le enseñaron y nunca lo consolaron, así que no sabía nada respecto a ese momento, pero si de algo estaba seguro, era que debía hacer que el coreano se relajara y estuviera tranquilo.

Está bien... Ya desperté, no tienes que preocuparte. — No recibió respuesta del coreano, solamente un suspiro aliviado.

Extrañe como a veces me corregía, como me preguntaba cada vez antes de salir si llevaba mi merienda, como a veces me leía un libro para dormir, cuando salíamos a un parque acuático para ver los peces, extrañe todo lo que usted hacía... — Volvió a levantar su cabeza, China solo lo observo y escuchó en silencio.

Porque ver y observar no es lo mismo, al igual que oír y escuchar tampoco.

— No esperé que te fuera a hacer tanta falta, pensé que serías más feliz sin mi prescencia, ya sabes, para convivir más con otras personas, incluyendo a tus hermanos.—  Sonrió, mientras veía al coreano negar.

No... — La sala quedó en un gran silencio, donde China veía al coreano.

China observaba a Corea, y en el último minuto el también observaba a China, ambos se vieron mientras inconscientemente acercaban sus rostros, pero sin llegar a tocar sus labios aún.








































Los labios asiáticos se tocaron entre si, un toque realmente suave y delicado, un acto que querían hacer el uno por el otro hace tiempo, pero el destino no les dejo, se separaron después de unos segundos, Corea desvió su mirada.

China sonrió, y tocó la nariz del contrario con su dedo, haciendo un breve "bip" a su nariz. Corea solamente sonrió levemente ante el gesto. El gigante asiático solamente pensó...

Es perfecto.








































Esta historia terminó, por fin, quiero agradecer a quienes aguantaron a el niño inexperto y bruto que hizo el libro a sus principios, que solamente pensaba en romance y daba alto cringe, pero ahora se esfumó, ese evento canónico paso ya.

Sin más que decir, felices fiestas y adiós.

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Es perfecto. // China x Corea del Norte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora