El Oso y La Marioneta (cassidy x charlie)

Una nueva vida

Había pasado un día entero. La policía había buscado en toda la pizzería a los niños. Eso le parecía estúpido a Cassidy. ¿Nadie pareció pensar en los trajes en serio? Cassidy permaneció en la misma posición todo el día, pero pudo haber sido peor. Nunca se llevaron a la Marioneta, aunque la apartaron de ella. Estaba en la misma sala. A veces, cuando estaban solas, intentaba susurrar con ella. Ella parecía intentar evitar esto al principio, pero luego se fue dejándo llevar. Luego de que, al fin, la policía se fue, Cassidy logró soltar un fuerte suspiro. Si tuviera huesos, se sentiría acalambrada de estar en la misma posición todo el maldito día. Cassidy intentaría levantarse mientras su cuerpo tambaleaba. La Marioneta se levantaría y vería a Cassidy, soltando una pequeña risa.

—No da risa, esto es horrible.

—Lo siento, es solo que me recuerdas a mí cuando entré en esta cosa.

Cassidy daría un gruñido para seguir intentando caminar.

—Iré a ver a los otros, ¿sí?

—De acuerdo.

La Marioneta le había contado a Cassidy que el asesino había matado a 4 niños más y los había metido en los trajes de los animatrónicos. Había aprovechado el caos y la confusión para cerrar las cortinas de los escenarios y por una entrada que estaba detrás de los escenarios, meter los cadáveres de los niños. ¿Por qué habría hecho algo así? ¿Era un simple sádico o un sádico genio que Cassidy no lograba entender? A pesar de sonar absurda la idea, al final la policía nunca se le ocurrió buscar en estos animatrónicos. Ella ya no tenía la habilidad de oler, pero suponía que había echado algún líquido para que su cuerpo no soltara olores que delataran dónde estaba su cuerpo.

Ella vería a la Marioneta retirarse mientras ella sufría por caminar. Sus articulaciones eran tan limitadas que apenas podía dar un paso sin sentir que en cualquier momento se estrellaría contra el piso.

—Odio esto.

Cassidy suspiraría, dando lentos pasos hasta llegar a la puerta. Ya ahí tomaría la manilla, moviéndola para abrirla. Ahora que podía ver sus dedos con claridad, ¿por qué tenía 5 dedos? La banda animatrónica que ella recordaba solo tenía 4.

Ella abriría la puerta para salir de Partes y Servicios, caminando por un pasillo oscuro donde apenas podía ver. Comenzaba a recordar un poco cómo llegó allí. Recordaba que había seguido al conejo amarillo por propia voluntad. Ese pensamiento la llenó de enojo hacia ella misma. ¿Cómo podía haber sido tan tonta? Su traje comenzaría a convulsionar otra vez y sintió su enojo recorrer su alma. Intentaría calmarse. Ya no podía hacer más nada. Tenía un nuevo propósito, el de acabar con ese pedazo de mierda.

Cassidy llegaría a la puerta del otro lado. Al abrirla, vería a los 4 animatrónicos sentados en el escenario: Chica, Freddy, Bonnie y Foxy. Estaban más calmados de lo que pensaba que estarían con toda la situación. Frente a ellos estaría la Marioneta hablándoles, suponía Cassidy. Los 5 voltearían a verla y la Marioneta se acercaría a ella, poniéndole un brazo alrededor de su hombro.

—Esta es Cassidy, la que les mencioné.

Los 4 animatrónicos responderían con un "hola, Cassidy".

Como si eso fuera alguna presentación de un estudiante en una escuela, eso le pareció absurdo a Cassidy viendo la situación que estaban. Moviendo un poco para quitar la mano de la Marioneta, se acercaría a los animatrónicos con dificultad.

—Muy bien, ¿cuáles son sus nombres?

—Yo soy Gabriel, ¿me recuerdas, cierto?

Cassidy abriría sus ojos como platos.