Capítulo IV

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El festín estuvo animado muchos hablaban y bebían en nombre de las esposas, Rhaego y el pequeño salvaje devoraron todo lo que se encontraban. Cuando Daenerys le contó que el oso lo cazaron los niños no le creyó, hasta que los niños le dijeron también su versión. Rhaego también le dio el lobo que encontró en el bosque y era una loba que llamo Queen. Los niños le contaron que el pequeño salvaje tenía un lobo llamado Quiebrahuesos; las festejadas no dejaban de reír por las cosas que contaban los niños

- Madre, ¿Cómo era el nombre del último Rey en el Norte? - Rhaego casi atragantándose le hablo a Sansa

- Traga primero - le tendió un vaso con agua - Se llamaba Torrent Stark, ¿Por qué?

- Así te llamaras - le dice Rhaego a su amiguito

- Torrent, me gusta - sonrió - Torrent Stark

- ¿No te gustaría ser Targaryen? - Rhaego parecía desanimado

- Quiero ser un Stark como la Loba y tú eres un Targaryen como el Dragón - la lógica para el niño es que aquellos que tenían el cabello como Sansa y él, eran lobos y los platinados eran dragones - Dos Lobos y dos Dragones

- Si, como Mamá Sansa - ambos sonrieron y Sansa sabía que ambos se llevarían bien

Por otro lado, Daenerys solo bebía y bebía, Sansa pensaba que su noche sería con una ebria Daenerys, pero la mujer parecía muy lúcida a pesar de consumir tanto vino. Cuando el momento del empacamiento llegó, Sansa se sintió nerviosa. Daenerys amenazo que no quería nadie en la habitación que compartiría con su esposa, solo a sus hijos y eso que no fueran en la noche. Tras llegar a la habitación Daenerys se estaba quitando las botas cuando Sansa se acercó a ella

- Te ayudaré con el abrigo - la otra negó - Eres mi esposa ahora

- No te obligare a nada, compartiremos el lecho y mañana me iré con mi gente y mis niños - aunque no estaba totalmente ebria se notaba que Daenerys estaba un poco dolida - Yo no soy la persona que quieres y lo...

Sansa le dio un beso que hizo que se callara. Eso sorprendió a Daenerys pues pensaba que Sansa la aborrecía. La Stark tomo la iniciativa y comenzó quitarle el abrigo dejando solo el vestido de seda - Sé que no podemos tener bebés, pero igual no dejaré de estar contigo

- Si podemos tener bebés - Daenerys sujetaba a Sansa de su cintura - Kinvara me dio un medallón que... - los besos de Sansa la callaron -... Que permite que tengamos hijos, debemos usarlo desde el momento que lo hagamos hasta que el bebé nazca para que la magia haga efecto, cualqui... - suspiro cuando los besos de Sansa se volvieron más lujuriosos - Cualquiera de las dos lo puede usar - termino mientras tomaba a Sansa y la lanzaba a la cama

- Tráelo - Sansa se estaba dejando llevar por la excitación y el vino en su cuerpo - Quiero tus bebés dentro de mi

- ¿Estás segura? - Daenerys se sentó encima de ella - No tengo que presionarte, puedo buscar a alguien más y yo...

- Nadie más llevará a tus hijos más que yo - la tomo del cuello y la beso

Las prendas comenzaron a desaparecer. La Targaryen sabía que sus cosas pasaron a la habitación de Sansa así que busco entre su baúl para sacar el medallón que no era tan grande y tenía unas runas que ninguna entendía, solo que tenía llamas en ambos lados. Daenerys se lo dio y Sansa se lo coloco alrededor del cuello, para después besar con pasión a su esposa. La platinada cayó encima de ella sus pechos se presionaron y ambas gimieron por la sensación tan placentera

Las manos de Daenerys comenzaron a recorrer el cuerpo de la chica haciendo estremecer a la menor, los besos con tanta intensidad fueron dejados de lado cuando Daenerys bajo a su cuello, luego a sus pechos y la chica se sintió tímida, nadie había hecho eso con ella, con su cuerpo. La tocaba como si fuera algo débil, algo que se destruiría bajo su mano. Llegó a su vientre y Sansa cerro sus piernas. Daenerys sonrió y se acercó a su rostro

Song of Ice and Fire [Daensa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora