𝐆𝐈𝐕𝐄 𝐌𝐄𝐀𝐍𝐈𝐍𝐆 𝐓𝐎 𝐌𝐘 𝐋𝐈𝐅𝐄, tom kaulitz

𝓒.17

— Tay

— Tom ya comportate, estas muy borracho. — Dije con una risa nerviosa intentando empujar a Tom pero el tenía más fuerza que yo.

— Vamos nena, sabes que quieres esto, no te resistas más y abre las piernas... — Susurro en mi oído con voz ronca por el deseo.

Este puso sus fuertes manos en mis muslos logrando separar mis piernas, comenzó a dejar besos húmedos por estas haciéndome jadear ligeramente por la excitacion qué se estaba creando.

Este bajo mi short junto a mi ropa interior dejando al descubierto mi intimidad ya húmeda y ansiosa por recibir atención.

Tom sonrió pícaro e inclino su cabeza para lamer mi clitoris, metió dos dedos en mi interior haciéndome gemir de placer y deseando más y más...

— Estas tan mojada preciosa, haces que sea tan difícil resistirme...

Siguió lamiendo y metiendo sus dedos en mi interior cada vez con más fuerza y velocidad, mis gemidos eran suaves pero cada vez más fuertes.

Tom se separó de mis piernas y bajo sus pantalones holgados junto a su bóxer dejando al descubierto su pene ya compleramente erecto. Se puso entre mis piernas y dio pequeños golpesitos con la punta de su pene en mi clitoris provocando qué me moje aun más de lo que ya estaba.

— Estas deseando que te meta la polla, se te nota a lejos. — Soltó una risa burlona y me miro con lujuria en sus ojos. — Quiero esto tanto como tú, quiero follarte hasta no poder respirar, quiero follarte hasta dejarte sin sentido alguno que el placer corra por tu cuerpo y nuble cada parte de tu maldita mente.

Sin aviso ni protección metió su pene en mi interior, gemí de dolor al sentirlo profundamente dentro de mi pero también sentía el placer que era tan difícil de explicar.

Comenzó a moverse cada vez más fuerte, mi respiración se volvió demasiado agitada, apreté las sábanas debajo de mi y solté un fuerte gemido.

Sus caderas chocaban contra las mías creando sonidos de bofetada que hacían ecos por la habitación, el placer era demasiado para ambos, nuestros gemidos se mezclaban al igual que nuestros líquidos.

— Eres preciosa joder, te amo más de lo que pueden decir las palabras. — Susurro en mi oído con su voz ronca y con gemidos. — Me das tanto placer que quiero follarte todo el tiempo sin importar lo que pase mi Tay.

Sonreí ante sus palabras y puse mis manos en su espalda dejando suaves caricias mientras el seguía con lo suyo, sus embestidas subían de velocidad con cada segundo y el orgasmo amenazaba por llegar en cualquier momento.

El comenzó a frotar mi clitoris agregando otra capa de placer, decidido a hacerme llegar al clímax algo que no tardó en llegar, con un grito de placer deje salir el orgasmo mojando las sábanas, mis piernas y el miembro de Tom.

Con una última embestida el también llego a su límite, se corrió llenando mi entrada con su semen, siguió empujando dejando hasta la última gota de su liquido dentro de mi.

Ambos quedamos tirados en la cama, el orgasmo comenzó a disminuir poco a poco, nuestra respiración comenzó a ser más calmada y uniforme.

Nos pusimos bajo las sábanas, nuestros cuerpos desnudo y acurrucados, nos dimos un último beso tierno hasta quedarnos profundamente dormidos.

[ … ]