❝ No, para. No hagas eso. Podría enamorarme de ti. ❞
❝ Entonces, enamórate de mi... yo te atraparé ❞
cuando brian llama a la siempre tan coqueta julia kim, está dispuesta incluso a renunciar a su trabajo en la dss para ayudar al equipo. tan hábil co...
✧ ✦ ✧ ═══ CAPITULO CUATRO MARIPOSAS, FUEGOS ARTIFICIALES Y OTRAS COSAS
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MIENTRAS LOS demás planeaban conseguir (robar) los autos de policía de la comisaría, Julia Kim debía planear todas las rutas de escape con Mia.
—Entonces, ¿qué pasa entre ustedes dos?—preguntó Mia, haciendo que la más joven pareciera confusa.—Tú y Han, quiero decir—.
Julia levantó la ceja, encogiéndose de hombros con indiferencia.—¿Qué pasa entre nosotros?—Inquirió, queriendo saber qué le hacía pensar al mayor que había algo.
—Él cree que está siendo discreto, pero me siento incómoda con la forma en que sigue mirando hacia aquí—.La hembra más joven rió ante las palabras de Mia, en parte divertida y en parte avergonzada de cómo podía notar sus miradas.
—Probablemente tiene ganas de mirar los planos de la carretera porque se siente aburrido de no hacer nada—.
—Sí, debe ser por eso que no deja de sonreír mientras te mira, ¿verdad? Porque los planos de la carretera están en tu cara y le emocionan—.
Julia dejó la pluma en la mesa, con las mejillas encendidas, mientras miraba al mayor.—Nada se te escapa, ¿eh?—.Preguntó sonriendo mientras negaba con la cabeza.—Es un buen hombre, supongo. Quiero decir, no sé. No es que lo conozca—.
—¿Lo harías?—comprobó Mia; su voz baja para que nadie pudiera espiarlos.—¿Conocerlo, quiero decir? ¿Si tuvieras la oportunidad?—Aclaró.
—Supongo que sí. Parece estar bien. Un hombre simpático. Agradable a la vista. De acuerdo, bien, es realmente agradable de ver. No sé... Si nos hubiéramos conocido en otras circunstancias, tal vez—.
La morena mayor esbozó una sonrisa comprensiva y se acercó a Julia para tomarle las manos.
—No lo sabes hasta que lo intentas, ¿no?—.habló Mia, refiriéndose al conflicto interno que tenía la menor.—Si te interesa, ¿por qué no lo intentas? Si pasa algo, pasará. Si no pasa nada, ¡hakuna matata!—.
Julia se rió de las palabras de ánimo de la mayor y, por una vez, se quedó muda. Tomó los planos de la mesa, pensando en lo que Mia había dicho mientras se dirigía hacia los demás.
Demasiado sumida en sus pensamientos, Julia salió de su aturdimiento cuando Tego gritó, y sólo tuvo tiempo de levantar las manos para salvar los planos.
—¡Santos! Cuidado!—El susodicho estaba demasiado ocupado discutiendo con el mayor para ver a Julia en su camino, lo que le hizo chocar contra ella, salpicándola con el aceite del motor que tenía en las manos.—¡Mira lo que hizo tu negatividad! Pobre Julia—.
Mia se dirigió rápidamente hacia la más joven, tomando los papeles de su mano antes de comprobar cómo estaba.—Jules, ¿estás bien?—Preguntó, dolorosamente obvia mientras trataba de ocultar su risa.
