VII

462 24 3
                                    

Después de la huida de la princesa, la reina estaba como loca. Pasó día tras día tratando de hacer que volviera y cumpliera con el deber que ella le había otorgado. El día que Alyssa se fue, Alicent estaba decidida a dejar en reino en las manos de Rhaenyra tal y como su difunto esposo había deseado pero su padre no pensaba lo mismo, que al momento de muerte del rey, reunió al consejo para coronar inmediatamente a Aegon como rey.

Varios cuervos llegaron a Kingslandig con cartas de Aemond pidiéndole a Alyssa que volviera con ellos pero la princesa siempre tuvo otros planes, amaba a su hermano pero, no amaba en lo que el se había convertido, la princesa le pidió en una carta a su hermano que por favor parara con eso le dejó sumamente recalcado en la nota que ella lo quería pero que prefería estar alejada de la guerra y de las decisiones que su madre tomaría.

Al pasar tres días de la muerte de su padre habían decidido coronar a Aegon como heredero al trono, según por ley al ser el hijo mayor de rey Viserys, ignorando el hecho que el difunto rey había nombrado a Rhaenyra como la heredera al trono.

—Princesa —hablo Baela entrando a la habitación de Alyssa. —Creo que necesitaras un dragón.

—¿De que hablas? —preguntó ella mirándola con confusión. Había pasado toda su vida sin un dragón, no sabía lo que era montar uno hasta hace unos días. —Yo no puedo tener un dragón, es imposible.

—Estamos en Dragonstone, tener un dragón no es imposible —respondió Baela acercándose. —Coronaron a Aegon hoy. Mi padre y la princesa están molestos, esto sera una guerra por el trono y sin un dragón estás indefensa, eres una Targaryen, Alyssa. Tienes sangre de dragón al igual que todos nosotros.

—No se si pueda, Baela.

—Te ayudare, yo tengo un dragón pero podemos conseguir uno para ti. Hay miles en este lugar —dijo ella antes de irse. —Por cierto, Luke te estaba buscando.

—Espera —le dijo Alyssa antes de salir detrás de ella —¿Cuando iniciamos la búsqueda de dragón?

—Vaya, que aumento de energía tan repentino —Baela sonrió —No lo se, hoy al atardecer.

—Bien. Siempre quise tener un dragón aunque no estoy convencida al cien por ciento de esto —respondió Alyssa —Pero, tienes razón. Sin un dragón estoy desprotegida.

—Te veré al atardecer. —Baela se alejó perdiéndose de la vista de la princesa al final del pasillo.

Alyssa estaba aterrada, pero estaba por comenzar una guerra que parecía no tener un final prematuro y con un dragón podría sentirse mas protegida, pero algo dentro de ella había hecho que aceptará conseguir un dragón, era una especie de punzada que había sentido desde el último cuervo que había recibido de Aemond.

«Mi querida hermana.
Madre esta en una especie de locura al saber que no tienes planes de regresar y cumplir tu deber como debes de. No te lo reprochare, pero no te enamores tanto, no de sus ojos, no te enamores de el. Sabes que aún hay algo que el me debe y que voy a tomar a como de lugar.
Sabes que te aprecio Alyssa y me preocupo por tu bienestar, pero tu tienes la decisión. Vuelve y no sufras tanto o quédate y sufre con el. Mi hermana, si Aegon muere en esta guerra, yo sere el rey y tu, Alyssa; podrás ser mi reina. Piénsalo.
                                                                          Aemond. »

Un escalofrío le recorrió por el cuerpo al recordar esas palabras, a Aemond le importaban dos cosas: culminar su venganza y ser rey. No respondió al último cuervo, tenía miedo de cualquier cosa que pudiera pasar; nadie sabía de los cuervos que ella y Aemond se habían estado mandando pero, por primera vez en su vida, Alyssa Targaryen le tenía miedo a Aemond Targaryen.

—Princesa —la voz de Luke la saco de sus pensamientos. Alyssa estaba tan concentrada que no se dio cuenta que se había quedado en medio del pasillo mirando a la nada. —¿Estas bien?

"No. Tengo miedo de lo que pueda llegar a hacer mi hermano." Pensó ella.

Estas muy pálida —continuó él cuando quedo enfrente de ella, los ojos azules de Luke la miraban preocupada.

La princesa no respondió, solo lo abrazo; Lucerys se sorprendió por la reacción de ella pero no dudo en responder el gesto, sus brazos rodearon la cintura de Alyssa y la acerco mas a él.  Se quedaron así por unos minutos, tal vez fueron solo segundos pero para el príncipe fue mas que suficiente, parecía un gesto tonto teniendo en cuenta que se iban a casar pero paso años deseando tener esa cercanía con ella. No eran las circunstancias en las que lo hubiera querido pero ahora solo eran ellos dos por el momento.

—No estaba bien —respondió ella sin romper el abrazo. —Siento que ahora lo estoy.

—¿Te pasó algo? ¿Necesitas algo? —preguntó el chico preocupado separándose un poco para mirarla a los ojos. Ella negó con la cabeza.

—Solo sígueme abrazando, te necesito a ti.

—Algún día me lo tendrás que contar, princesa.

—Te prometo que lo haré.

Alyssa no sabía si era por la cercanía de Lucerys y lo frágil del momento pero algo dentro de ella solo se hacía mas y más grande, un sentimiento que rebasaba el cariño de amigos que le tenía por conocerlo de toda la vida, era algo mas. Tal vez ese sentimiento siempre estuvo ahí pero era muy pequeña para notarlo.

—Baela me dijo que me estabas buscando —dijo ella rompiendo el abrazo, pero las manos del príncipe seguían en su cintura, al darse cuenta de esa cercanía el príncipe dio un paso para atrás con un leve sonrojo. —¿Esta todo bien?

—En realidad, olvide por lo que estaba buscando —respondió nervioso. —Ya luego lo recordaré.

—Luke.

—¿Si?

—¿Qué hará tu madre?

—Esta hablando con la princesa Rhaenys en el gran salón, lo más probable es que tomen una decisión mañana. —respondió él seriamente.

—Se que no viene al caso —respondió ella y lo tomo de las manos. —Pero, mi lealtad está contigo.

El príncipe se sorprendió, sabia que Alyssa no era igual a sus hermanos y mucho menos a su madre y abuelo, pero nunca creyó que ella, su princesa, estuviera tan segura de traicionar a su familia por ellos.

—No hablo de el lado de tu madre —continuó ella, segura de lo qué estaba diciendo, no había nada mas claro para ella que eso. —Hablo de ti, contigo. Mi lealtad esta contigo, solo contigo.

Lucerys corrigió su pensamiento, Alyssa no estaba del lado de su madre ni de su familia, estaba de su lado aún y cuando él había causado los problemas de ella con su familia.

—Aly, yo... —el chico no sabia qué decir, quería poner en palabras todo lo que pasaba por su mente en ese momento. —¿Quieres casarte conmigo? Ósea ya, ahorita.

—Esperaba otra respuesta pero, si. Por segunda vez, acepto casarme contigo.

"Y lo aceptaría mil veces mas".

MY LOVE -LUCERYS VELARYONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora