Daniela cumplió su promesa de asistir a la gala benéfica con su padre la noche después de la desastrosamente incómoda reunión con María José por un varias razones.
Primero, le prometió a su madre que ocuparía su lugar en el evento después de que ella tuvo que cancelar para cumplir con una entrega que tenía muy cercana su fecha límite para su próxima novela.
En segundo lugar, rara vez podía pasar tiempo a solas con su padre y no quería perder la oportunidad.
En tercer lugar, Laur la presionó, amenazando con ir en su lugar si le cancelaba a su padre. No tenía nada que ver con el hecho de que Laura había declarado con gran entusiasmo que Majo la había estado mirando en Topped Off.
Nada que ver con querer ver a Majo de nuevo... Bueno, incluso si quería verla de nuevo, todavía estaba mortificada por su reacción al verla en persona. Lo último que necesitaba era pasar tiempo con Majo, una mujer que sabía sobre su sexualidad y que podía hacer que se sonrojara tan fácilmente, mientras estaba con su padre.
No se habían enviado mensajes desde la interacción, lo que dejó a Dani sintiéndo más incertidumbre que nunca. Claramente, Majo mantenía su vida política completamente separada de su vida personal y Daniela, simplemente no estaba preparada para ella en la vida real.
Para nada.
Al llegar al lujoso salón de eventos, se tomó un segundo para observarlo todo. Hubo un tiempo, cuando apenas era una adolescente, en el que eventos lujosos como este, llenos de personas adineradas e importantes, eran algo con lo que soñaba. Había sido la única de sus hermanos a la que realmente le gustaba asistir a fiestas, cenas formales y eventos benéficos.
Sin embargo, el glamour se desvaneció cuando creció un poco más y se dio cuenta de que las personas adineradas e importantes no eran quienes ella había idealizado. Se hizo especialmente evidente cuando salió con Sebas, cuyos padres tenían más dinero que Dios, vivían en Nueva York y, por lo tanto, asistían y organizaban más fiestas y cenas con estas personas glamorosas en un par de meses que sus propios padres en todo un año.
Incluso después de su desilusión, Daniela seguía siendo la hermana Calle que disfrutaba más de estos eventos, la que mejor recordaba quién era quién y qué debía decir. Con suerte, podría hacerlo esta noche, incluso cuando viera a María José.
Con un profundo suspiro para tratar de calmar sus nervios, colocó sus manos contra su estómago, presionando el material suave de su vestido como si eso la ayudara a relajarse.
El vestido que terminó utilizando esa noche fue elegido después de un gran debate con Laura.
Daniela se negó rotundamente a usar uno de sus vestidos que se ajustaba firmemente a sus caderas, escote o trasero, y tampoco usaría uno que solo llegara hasta la mitad del muslo. Pero también había decidido no usar una de sus opciones más conservadoras. Así que, al final, escogió uno que realmente le gustaba. Un color azul real, con una tela suave que se ajustaba a su abdomen y tenía un escote modesto, pero dejaba sus hombros y brazos al descubierto. Tenía un cinturón y la falda caía holgadamente justo por encima de sus rodillas.
Se negó rotundamente a usar los zapatos que Laura quería que usara, esos tacones de aguja, sí, claro, en su lugar optó por zapatos planos.
Había pasado rápidamente la plancha por su cabello, dejándolo suelto sobre sus hombros. Incluso si hubiera querido hacer algo más con él, no había tenido tiempo.
Como estaba un poco atrasada en tiempo, llamó a su papá y le dijo que lo encontraría en la recaudación de fondos en lugar de que él la recogiera, porque le daría un poco más de tiempo para prepararse.
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Quienes esperan - Caché (Completa)
FanfictionLas ideas que Daniela Calle tenía para su vida eran bastante sencillas: terminar la carrera y enamorarse. Sería mucho más sencillo si pudiera saber exactamente qué hacer cuando se gradúe dentro de menos de un año. Ah, y si pudiera averiguar cómo ha...