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Malas impresiones ════ ❁ ❁ ♡ 🥀♡❁ ❁════
ISLA DE LOS PERDIDOS
—¡ERESINCREÍBLE, Dizzy! —Alabó William, pasándose la mano por el cabello.
La niña aplaudió emocionada y dio pequeños saltitos. Mal, por su parte, sacó algo de dinero y se lo entregó a la niña, haciendo que Will imitara su gesto.
—¿Para mí? —Preguntó ella.
—Te lo has ganado. —Respondió Mal. La niña chilló de alegría y corrió hacia la caja registradora.
Todo parecía demasiado bueno para estar en la Isla de los Perdidos, pero como bien sabemos, las cosas buenas no duran mucho en este lugar. En ese momento, alguien más entró en el local, lo que hizo que Mal instintivamente se colocara detrás de ella, protegiéndola.
—Dame eso, niña. —Exigió el intruso alzando la mano con su garfio, pidiéndole el dinero a la niña.
Dizzy, a regañadientes, le entregó el dinero.
—Todo. —Dijo el intruso golpeando la mesa con su garfio.
La niña, con desgana, se dirigió a la caja registradora, sacó el dinero y se lo entregó al adolescente. Pero antes de que pudiera irse, Mal decidió actuar.
El chico se dio la vuelta para poder ver a Mal. Sus ojos se pasearon entre ella y su acompañante, sonriendo con malicia mientras se acercaba. Mal, con su instinto protector, tomó el brazo de William y lo pegó a su espalda, en un intento de cubrirlo.
—Pero, ¿Qué tenemos aquí? —dijo él. —Mal ha vuelto y parece que trajo un juguetito. —Miró al rubio que estaba detrás de ella, relamiéndose los labios.
Esto indignó mucho a William. ¿Un juguete él? Se enderezó y frunció el ceño. Ahora no solo estaba molesto con el intruso por robarle a una niña, sino también por llamarlo de una forma tan vulgar, al menos eso fue lo que él pensó. Sus ojos azules se encontraron con los suyos, lo que provocó una sonrisa aún más amplia en el portador de esos ojos azulados.
