¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Pirata posesivo. ════ ❁ ❁ ♡ 🥀♡❁ ❁════
AURADON
—¿QUE WILLIAM está en donde? —Cuestionó Millar a Ben, incrédulo de lo que había contado.
—Se fue con Mal a la Isla. —Repitió en voz baja.
Ambos rubios estaban nerviosos y preocupados por los chicos que se habían escapado. No sabían absolutamente nada, sobre todo Millar, quien había llegado hace apenas una hora.
Había salido el día anterior hacia Nunca Jamás por asuntos personales y al regresar, descubrió que su mejor amigo y su primer amor se habían fugado con la novia de Ben a la Isla. No dejo ni una nota ni ninguna explicación, simplemente se marcho, lo cual molestaba enormemente a Darling.
—No podemos precipitarnos, Millar. —Negó Ben. —Evie dice que es mejor esperar hasta la noche, dejar que las cosas se calmen.
El rubio menor bufó con molestia. No quería esperar, quería ir tras su amigo lo más rápido posible. No sabía cómo podría estar, ¿Y si estaba asustado? ¿Y si no se encontraba bien? Tenía tantas preguntas y ninguna respuesta.
Lo que más le preocupaba era esa punzada de tristeza en el pecho. No sabía por qué, pero sentía que su rubio estaba haciendo algo que le causaría mucho dolor más adelante. Negó ante esos pensamientos, atribuyendo su tristeza al hecho de que el chico se había ido sin decirle nada. Sí, eso debía ser.
—¿Los demás lo saben? —Preguntó Millar.
—Sí, Jay y Carlos ya tienen todo listo para irnos esta noche —Respondió Ben, asintiendo.
—Voy a ir con ustedes. —Ben le dio una respuesta afirmativa, asintiendo con la cabeza.
Millar salió de la habitación de Ben y se dirigió a la suya. La punzada persistía y temía encontrarse con algo que no deseaba en la Isla.
⋆⁺₊⋆ ☾ ⋆⁺₊⋆ ☁︎
William continuaba corriendo por las calles de la Isla, chocando con varias personas y pidiendo disculpas en el proceso. Hacía un rato que Harry no lo seguía, pero quería volver con Mal lo antes posible.
Su cuerpo chocó con lo que suponía era un muro, pero resultó ser la espalda de alguien. Levantó la cabeza y divisó a un rubio que comía una manzana con felicidad. Ambos se miraron fijamente durante, tal vez, cinco minutos antes de que el más alto abriera la boca con sorpresa.