Fate Devil May Cry

Capitulo 1

Destruyendo un enorme árbol y terminando en un departamento.

¡Let's Rock! - exclamó un hombre de rojo en medio de una horda de monstruos donde balanceando una enorme espada antinatural con tal fuerza y velocidad qué destruía el suelo mientras los monstruos era cortado y destruido en pedazos.

El hombre pronto cambio de arma portando unos nunchakus triple comenzando a repartir golpes de hielo y rayo a todos lados haciendo que muchos monstruos se congelaran o aturdiera por la electricidad, antes que los nunchakus se volvieran un bastón envuelto en fuego y comenzando a golpear a todos destrozando sus cabezas.

Una vez terminó volvió a cambiar arma a dos pistolas gemelas, disparando una enorme ráfaga de disparos, la velocidad y poder de cada disparo era tal qué los monstruos eran descuartizados en ese momento hasta dejar solo la mitad de sus cuerpos o solo carne y sangre.

En ese momento un grupo de monstruos salieron en ese momento detrás del hombre, pero este no se movió de su lugar cuando un destello azul partió a los mismo en un segundo.

Míseros demonios sin poder, solo desperdiciamos el tiempo. - dijo otro hombre de azul a unos metros del primero que sonrió de manera burlona y socarrona en su dirección.

Mira quien lo dice, para mí son una manera de alejar el estrés. - dijo el hombre de rojo al hombre azul qué lo miró con frialdad, pero una sonrisa comenzaba a formarse en el rostro del hombre azul.

Ambos hombres idénticos como diferentes eran hermanos, hermanos gemelos hijos de uno de los demonios más poderosos, sino el más poderoso en su momento.

El hombre de rojo era alto de unos 1.95m, piel clara y ojos azules, portaba un cabello blanco lacio completamente despeinado, vestía una camisa blanca sucia y unos pantalones oscuros y botas de combate, una gabardina roja que le daba un aire salvaje y estilizado, con una actitud divertida y hasta relajada rayando hasta la pereza. Él era Dante Sparda, el hijo menor del Demonio Sparda y la Sacerdotisa Eva, El Cazador Legendario y Demonio Rojo.

El otro compartía las misma características, cabello albino, ojos azules y piel clara, vestido con una camisa formal de color azul y pantalones tácticos y botas de batalla, guantes sin dedos, mientras en su mano izquierda sostenía una katana hermosa de empuñadura blanca y tsuba dorada.

Entonces, ¿tenemos que cortar esto? - dijo Dante en ese momento mirando las raíces del árbol demoníaco imponente mientras en lo más alto se podía ver un portal, el cual se cerraría cuando las raíces fueran cortadas de tajo

Eso es. - dijo Vergil con tranquilidad sintiendo cierta compañía en este viaje por el inframundo a pesar que todo lo que le hizo Mundus, parece que tener compañía como la de Dante ayuda un poco para alejar sus malos recuerdos.

En un paisaje desértico se podía ver al primogénito de Sparda gritando en el suelo mientras su mente era atacada, destrozando su mente ya rota y cuerpo, mientras tres ojos fríos miraban el sufrimiento de este con una diversión y placer ocultos.

Vergil rápidamente alejo esos recuerdos, que aun recuperado y aceptando su humanidad le pesaban por ese fue el final de todos sus pecados a lo largo de su vida, un peso que si alguna vez se encontraba con su madre no se sentiría capaz de mirarla a la cara en ningún momento.

Me basto solo para acabar con esto. - dijo Vergil a su hermano sabiendo que este podía regresar fácilmente del inframundo ahora mismo, porque una vez se cierre el portal tomaría mucho más tiempo regresa a su mundo.

Necesitas ayuda... Y alguien que te vigile. - dijo Dante con diversión y despreocupado, aunque Vergil sabía lo que quiso decir realmente su hermano, después de todo una vez lo dejo caer al inframundo, pero ahora no pensaba separarse de él fácilmente.