trois

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— ESTÁN EN OTRA ESTOS DOS —SEÑALÓ ISABEL ANTES DE LA GALA DE NOMINACIÓN. Lucre y  el Paisa quedaron sentados a la par, igual de callados y mirando al piso— ¿Quieren más pizza?

Cuando notaron que les hablaban se espabilaron. El paisa se puso colorado mientras reía y ella no entendió nada.

— Sí querés más pizza te pregunta —le repitió Alan.

— Ah, sí dale. Gracias.

— Tarde, te lo manotearon —Rosina mordía el pedazo de masa cuando abrió grande los ojos.

— Ay gordi, perdoname —se limpió la boca— ¿Y si hacemos más? Lucre quedó con hambre, chicos.

— Gracias Ro, pero estoy bien —aunque siguió disculpándose. Le pareció una exagerada pero no le dio más importancia.

— Bueno, yo le ofrecí —le comentó por lo bajo a Alan.

Pudo notar algo de ¿celos? Le sorprendía encontrar eso desde tan temprano. Ni tenía tanta hambre, la verdad solo iba a comer otro pedazo porque estaba riquísima, pero el comentario la dejó sin ganas de más, por ello había negado cuando Williams le ofreció su parte.

Estaba mascando la bronca cuando se asustó al tener peso en sus hombros. Eran unos fuertes brazos, imposible confundirlos.
Martín descansó su cuerpo aunque sin peso en ella, dejando desinteresadamente su pedazo de pizza en el plato de ella.

Lucre inclinó su cabeza hacia atrás, sonriendo sin mostrar los dientes. Quería agradecerle y devolversela, pero Martín sabía que no se la aceptaría fácil, así que ignoró los grandes ojos de la morocha mientras charlaba con Alan.

Era tarea difícil, pero cuando la vio resignarse y comer, movió su mano de su hombro a su nuca, dandole un apretón.

Lucrecia se persignó disimuladamente para aguantar la calentura de esa caricia. Que ese era su punto débil solo lo sabrían sus amigas.

— Ya hay cercanías claras en la casa, ¿no les parece? —preguntó Del Moro a sus analistas en la previa a las nominaciones.

— Es muy temprano para hablar de eso —Ceferino opina.

— ¿Y cómo le llamas a eso? —retrucó Gastón, refiriendose a los gestos de Martín— Chicos, a mí me la ponen a Lucrecia enfrente y no la conozco de nada, yo le quiero hablar al instante. Qué energía que tiene.

— ¿Y vieron cómo interactua con las cámaras? Poco se vio en los demás hasta ahora —Laura agregó.

Dentro de la casa se estaban dando los últimos retoques para el vivo. Lucre dejó a los varones cambiarse tranquilos en su pieza mientras ella se maquillaba en los espejos de los lavamanos.
Los labios de un oscuro rosa, las pestañas bien cargadas, ojos rasgados por el delineado y sus cejas bien definidas.

ᏴᏞᎪᏟᏦᎠᎡᎬᏚᏚ | gran hermanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora