Narra Adara
Termine de ponerme los tenis, íbamos a ir de ruta, Iván ya me estaba presionando así que necesitaba apurarme.
Me mire en el espejo me miraba demasiado bien había optado por un short, con mi Jersey color rosa pastel, con mis balenciaga color rosa para que hicieran match con mi jersey.
De peinado solo me había hecho una coleta alta, de maquillaje solo puse una tinta en mis labios poco blush en mis mejillas, obvio mi máscara de pestañas no podía vivir sin ella.
Salí de la habitación, me dirigí a la que le pertenecía a mi hija, ya que ella y Iván se encontraban en esa habitación. Entre lo primero que veo es a Iván dormido con la pequeña. Me dio una ternura verlos pero también me dio risa ya que la pequeña estaba acostada en la mejilla de su padre.
El cual había puesto un pedazo de manta en su mejilla para que su leve barba no lastimara a la princesa.
—Iván ya estoy lista —lo moví levemente.
—Vámos pues a llevarle a la niña a mi ama para tomar rumbo a las rutas— asentí.
Tome a mi pequeña con cuidado, ya estaba más grande ya mañana cumplía sus cuatro meses mi hermosa, lo cual me hacía muy feliz.
Iván traía cargada su pañalera y cobija de princesas. Salimos de la casa.
—Quien diría que el dandy cambiaría los cuernos de chivo por una pañalera rosita, con su cobijita de princesas — se burló el panu ya que era chistoso ver a Iván así.
—Tu cállate. —apuntó al panu.
—Te lastime flor —reímos, al parecer a Iván no le dio mucha gracia ya que se subió a la camioneta molesto.
Sabía que estaba enojado porque no había almorzado ni dormido bien.
Acomode a Ivanna en su silla, para después subirme yo.
—Ya están listas? —preguntó Iván antes de emprender camino.
—Si ya estamos listas —
Encendió la camioneta y empezó el camino hacia la casa de mi suegra.
—No crees que ese short está corto? —negué.
—Está perfecto no seas simple Iván.
Me dio una última mirada, para después enfocar su mirada en la carretera.
La casa de la señora alejandrina, llegamos Iván estacionó la camioneta.
—Solo me bajaré yo, para irnos rápido ya nos están esperando en la casa del ratón —asentí.
Eche un vistazo en mi insta, en lo que Ivan regresaba.
La puerta se abrió, era Iván.
—Mi madre está demasiado feliz de cuidar a nuestra princesa —dijo en un tono muy alegre para después juntar sus frentes.
—me da mucho gusto que tú mamá esté alegre de cuidarla —
Unió nuestros labios es un largo y tierno beso.
—Te amo Adara, tú y mi princesa me hacen el hombre más feliz — sonreí.
—Yo también te amo Iván, te lo e demostrado desde el primer momento. —
—Lo se mi Reyna, lo sé — sonreí.
Iván había logrado enamorarme de más, estos cuatro meses se portó demasiado bien conmigo.
Comenzamos camino hacia la casa del ratón, el cual se había convertido en mi mejor amigo. Es una persona muy divertida y comprensiva
Llegamos rápido, a cómo maneja Iván convierte un camino de una hora en un camino de veinte a treinta minutos.