Capítulo 3

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Ya había oscurecido, y la familia Brown se fueron dejándonos con un gran desorden de comida esparcida por toda la cocina y el comedor. Después de unas cuantas vueltas de aquí para ya conseguimos dejarlo todo limpio. Le di un beso de buenas noches y me fui al cuarto de baño mientras hacía una lista mentalmente de lo que iba a hacer mañana, como típico en mi.

No encontraba nada que ponerme para salir a dar una vuelta con Sam por los alrededores de Oak Hills. Según lo que me había dicho ella, era un pueblo bastante siniestro, por razones obvias pero que gracias a los numerosos jardines llenos de coloridas y llamativas flores, hacían que todo pareciera sacado de un cuento. Debería haberme traído más ropa, aunque podría ir por la mañana al centro comercial, que se encontraba a unas manzanas de aquí, según lo que leí en "Google".

Tras hacer mi rutina diaria de desmaquillarme, lavarme los dientes, peinarme y ponerme el pijama, al fin ya tenía tiempo para mí.
Me senté en el pequeño escalón que había en el gran ventanal, cogí mi blog de notas, un lápiz y una goma y comencé a dibujar, hay mi imaginación mandaba, aveces simplemente dibujaba lo que había soñado, otras me dedicaba a pintar garabatos que a primera vista no parecían tener ningún significado aparente, pero que en el fondo lo tenía. Igual que los pequeños tatuajes que tengo, porque claramente no me los ice por puro postureo, cada uno tiene una gran importancia y significado para mí, cosas que marcaron mi vida, algo que por ahora no tengo ganas de recordar, y no es por el simple hecho de que es importantísimo, como el hecho de haber robado un banco, cosa que no he hecho, y no estoy planeando hacerlo.

El resultado de mi "obra maestra" fue un pequeño jardín donde reinaba la vegetación, y entre todos los arbustos aparecía una pequeña casa con cada pared de un color diferente, y solamente si te fijabas bien se puede diferenciar a una mujer a la que le salen ramas y flores de todas las partes de su cuerpo, y que extrañamente aparece en todas mis pesadillas, aquella mujer sin rostro.

Dejé mi pequeño cuaderno a un lado, y por pura curiosidad nada más, decidí a mirar por la ventana, los vecinos tenían una casa realmente hermosa, y a decir verdad demasiado grande. Sam es muy simpatica, y al ver como observava cada centímetro de mi piel, muy curiosa. Mientras que los padres son extremadamente jovenes, demasiado.

Y así mientras que repasaba a cada uno se me iban cerrando los ojos poco a poco. Mañana será un día bastante interesante.

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