Destinado Hilo rojo

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El príncipe logró la transformación en su totalidad, entrenando mucho más en ese mundo. Ya que la diosa había Sido muy clara, no solo debía enfrentarse a los humanos, si no también a los dioses.

- perfecto príncipe!! Lograste completar toda la transformación y ahora eres un ser singular.

La diosa Selene estaba muy feliz, por fin sus lobos se habían acoplado a la perfección, al renacer en el príncipe. Todo estaba marchando bien hasta que...

¡Alfa! ¡Alfa! Por favor ven por mi!!! Te necesito...
¡Alfaaaaaaaaaaaaaaa!!!!!!!!!!

- Omega!!!!!!! Omega!!!!!!
Mi señora, mi Omega me necesita, por favor necesito regresar.

En ese momento llega la lechuza mensajera de Selene.

- dime que ha pasado!

- diosa, el rey tiene bloqueadas sus decisiones por eso no vimos lo que podría pasar, el rey se llevó a los príncipes y al Omega. Desistió de los demás omegas y se los llevó a ellos para divertirse.

- qué!!!!! Maldición!!!!!

Los ojos del príncipe cambiaron a un color rojo, enfurecido por lo que acaba de escuchar, lo único que piensa es en matar a ese maldito rey.

- tranquilo príncipe, espera un momento.

- mi diosa, los otros omegas ya fueron rescatados. Y más alfas y betas se han infiltrado en todo el reino.

- muy bien, estamos preparados. pero hay un problema.

- cuál mi señora?

- el rey! Tiene un hechizo de bloqueo por lo tanto ningún don puede afectarlo. Necesito retirar ese hechizo!

- yo puedo ayudarte querida Selene.

-Ares!!! Que haces aquí?

- te observo, como siempre. Atenea tiene protegido a ese rey, y yo quiero deshacerme de ella y de Afrodita.

- porqué?

- por ti!! Déjame pelear tus guerras.

- a cambio de qué?

- crees que te pediré algo a cambio? Sabes Selene, sé cuánto has luchado por el amor de Endimion y sé todo lo que él abandonó por tu amor.

- tú padre me quitó todo. Mató a mis padres Titanes, selló mi poder, me convirtió en su amante y en madre de sus hijas. De mí solo hay odio para el Olimpo mismo.

- lo sé, pero mi amor por ti es más grande. Por favor déjame ayudarte, jamás te pediré que seas mi amante, me conformo con verte feliz, libre y llena de amor. Y no pasará nada si soy yo el que tomé la decisión de matar a Atenea y Afrodita. Te juro que haré que recuperes tu verdadero poder.

- Ares, te enfrentarás a tu propio padre?

- lo haré, no todos estamos de acuerdo con él. Por favor mi diosa déjame pelear tus guerras, Es lo único que te pido.

- está bien, ayúdame a quitar ese hechizo en el rey.

- muy bien!!! Tú príncipe puede matar a un dios?

- creo que sí! Su poder ya era enorme y ahora con el renacimiento de los lobos lunares en él, lo han vuelto mucho más poderoso.

- hagamos una prueba, sé que estimas a Prometeo pero fué un inútil traidor, por lo menos deja que pagué de una mejor manera.

Se dirigieron al calabozo de la cárcel lunar, ahí el príncipe se transformó en el lobo más grande y fuerte que sus ojos han visto. Ares estaba complacido...