004| 𝐌𝐚𝐞𝐬𝐭𝐫𝐚

449 51 11
                                    

-¿ Entonces tu hijo desapareció?- Murmuro Mael.

- Si planeaba buscarlo yo, pero Elizabeth me dijo que fuera a por ti - Dijo Meliodas apenado.

Mael, miraba atentamente al rubio ¿debería ignorar sus deberes como Deidad Suprema? No lo sabía la anterior líder de la raza de las diosas tomaba las investigaciones como algo trivial, la única vez que se preocupo por alguien que había sido secuestrada fue de la nefelin Adell, nefelin a la cual le dio una gracia, pero todo fue un engaño y después la mando a matar aunque no volvió a saber nada de la nefelin tenía curiosidad que había pasado con ella después de todo el mismo la dejo casi muerta.

- Te ayudare a buscarlo - Dijo y Meliodas le empezó a decir todo.





- Achu - Hera se movió violentamente de la silla ante el fuerte estornudo que dio.

- Maestra ¿esta bien? - Pregunto Tristan.

Ya habían pasado años el príncipe Tristan ya tenía once años y en ese tiempo hizo cosas radicales como aumentar su control sobre su lado demoníaco y aprender el sistema de escritura de Hera.

Ahora el chico tenía el cabello recogido en una coleta mientras preparaba la comida, supo que no era bueno dejar a una mujer ciega en la cocina; nunca se quejo de la cucharada de Hera, después de todo no lo hacía tan mal el problema era el hecho de que Hera, se quemaba con el fuego o a veces no podía distinguir que le ponía a la comida, por lo que Tristan, viendo que vivía de gratis empezó a ayudar en los deberes de la casa.

- Tristan, tenemos que irnos- Menciono Hera parándose dirigiéndose a tropezones a su habitación.

- Pero, la cena ya casi - Murmuro Tristan - ...Esa presencia mágica, le da miedo a mi maestra... ¡No! Se supone que nadie debe saber de este lugar estamos en la ruinas del Reino de la nevada, y estamos protegidos eso significa que hay un enemigo cerca.

Y con eso se dirigió a su habitación tomando con rapidez una bolsa de tela guardando cosas importantes como los venenos que fabrico con su maestra y sobre todo una dibujo que el hizo de pequeño donde estaba él y Hera.

- Ese día jure devolverle la vista que le fue arrebatada, guarde este dibujo y otros dibujos para que usted los viera - Dijo Tristan.

Y recogiendo todos sus dibujos y algo de dinero que robo para sobrevivir pues se fue a donde estaba su maestra.

- Apúrate Tristan- La albina le tiro la capa y con eso los dos salieron de la cabaña.

- ¡Alto ladrona! ¡Estas arrestada por el secuestro del príncipe Tristan! - Exclamaron hombres con armadura viendo que la chica tenía del brazo a su príncipe.

Hera, soltó a Tristan el cual se acomodo la capucha para que no se notarán sus cabellos blancos, pero el viento de las ruinas de la nevada no era el mejor y solo dejo al descubierto su rostro.

- ¡El el príncipe Tristan! / ¡Príncipe! / ¡Gracias a el cielo que esta con vida! - Decían los caballeros.

- Maestra...- Murmuro Tristan.

- Son ciento tres soldados...bueno... Tristan, la rama - Dijo la chica y Tristan le dio la rama de sus horrores.

Y Hera empezó a atacar a los guardias con solo una rama y con solo un ataque caían tres o cuatro soldados incluso más, Tristan estaba detrás terminando de empacar la comida, su maestra le estaba dando tiempo y ya cuando salió vio como todos los soldados estaban derrotados y su maestra estaba tranquila acomodándose la venda.

- Esa es mi maestra - Elogio Tristan dando aplausos a gran velocidad- ¿eh? Aplaudan ustedes también, deben de sentirse alagados de que mi maestra les haya dado una paliza


Hera, dio un suspiro y lo tomó de la mano y le indicó que corrieran y eso hizo el príncipe.

- Maestra, ¿le gustaría usar mis alas? - Pregunto Tristan corriendo.

- También tenemos enemigos en el cielo, describemelos- Hera, freno de golpe al sentir tres fuertes presencias- describeme a quienes tengo enfrente.


- Como usted diga maestra- Y con eso Tristan se puso a mirar a los que estaban al frente, eran sus padres y un alado desconocido- mmmh un enano rubio y feo , una mujer hermosa de cabellos blancos algo alta y un alto mamado con cabellos blancos y ojos con el signo del clan diosa, pero sobre todo es feo bien feo.


Mael y Meliodas, se tocaron el pecho ofendidos mientras que Elizabeth sonreía tiernamente, pero no pudo dar un paso ya Tristan la apunto con un cuchillo.

- Maestra, soy yo a quien quieren - Dijo - Por favor, le ruego que huya maestra- Tristan bajo el cuchillo y se arrodillo frente a su maestra tomando su mano- Aún sigue en pie mi promesa, conseguire los ojos más bello del clan celestial y los ojos mas hermosos del clan demoníaco y se los daré a usted maestra, si es necesario me arrancare mis horribles ojos y se los dare de obsequio para su visión, pero mientras tanto solo buscare los ojos más bellos para usted.



Tristan miró con despreció a Mael, cuando cumplió ocho años su maestra le conto algo de su pasado, que ella era una Nefelin, fue engañada con el regalo de una gracia la gracia del hielo, pero como era un vil engaño tiempo después el arcangel Mael, le corto las alas y le arranco los ojos y el príncipe sabía quien era Mael y quería venganza por su maestra.




Hera dio una leve sonrisa y la cara de Tristan dio una gran vuelta debido a la gran cachetada que le dio su maestra.



- No digas pendejadas soy tu maestra y solo cumplo mi deber- Menciono Hera ayudando a pararse a Tristan- ¿Quieres o no?


Tristan supo a que se refería y nego con rapidez volviendo a arrodillarse ante Hera.


- No claro que no maestra.


- Esta bien, corre- ordeno y el chico obedeció.












𝐃𝐞𝐦𝐨𝐧: 𝑻𝒓𝒊𝒔𝒕𝒂𝒏 | 𝐌𝐨𝐤𝐮𝐬𝐡𝐢𝐫𝐨𝐤𝐮 𝐧𝐨 𝐲𝐨𝐧𝐤𝐢𝐬𝐡𝐢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora