❝ᴛᴀɴᴛᴀ ᴘᴀꜱɪóɴ ᴘᴀ' ᴜɴᴀ ᴄᴀɴᴄɪóɴ❞

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La tarde estaba bastante cálida y en el parque mas cercano estaba Venti tocando la lira, en busca de dinero y demostrar su pasión por tocar. ― ¡muchas gracias querido Mondstadt! ― sonrió orgulloso de una mayoría de gente.
Bajo de la fuente y reviso la cantidad de dinero que consiguió en 7 horas de arduo esfuerzo. ― 29 mil.. está bien, ehe. ― río y guardo el dinero.

Dirigiéndose a la casa se topó con Zhongli, quien casualmente llegó al mismo tiempo, ambos se sonrieron y entraron juntos.
Asi pasó tarde y noche todo sencillo y como siempre.

A la mañana como de costumbre, el desayuno. ― está muy rico, Venti. ― el menor sonrío. ― ¡gracias! me levanté temprano para tenerlo todo listo. ― relató con la misma sonrisa de antes, la cual cambió a una mirada mas leve cuando siguió comiendo.

― ¿Este jugo también lo hiciste tú? ― preguntó mientras se ponia el vaso en los labios.
― Si, es de piña, y está muy bueno. ― lo miró, no pudo evitar sonrojarse ante la mirada seria y hermosa del pelinegro, desvió la mirada a su desayuno y siguió comiendo como si nada pasase. No iba a mentir, unas ganas increíbles pasaban todo el tiempo por su mente, y esas ganas eran de besarlo.

― pues sí, está delicioso. ― antes de que Venti dijese algo, Zhongli se levantó y fue a la cocina. ― Ya me voy, dejé los platos lavados. ― se acomodó su ropa y fue directo a la puerta.

― Uh, Z-Zhong! ― tartamudeó. ― ¿Mh? ―

― te quiero. ― sonrió avergonzado y bajo la vista. ― yo también Venti, yo también. ― se sorprendió, ¿lo quería? ¿enserio?.

se cerró la puerta, unos minutos después, Venti gritó de una emoción que contuvo desde que escuchó aquellas palabras.

El día no estaba en su mejor momento, caían unas cuantas gotas que espantaban algunos clientes sin paraguas, aún así, Venti lo daba todo con su música

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El día no estaba en su mejor momento, caían unas cuantas gotas que espantaban algunos clientes sin paraguas, aún así, Venti lo daba todo con su música. ― ¡La lluvia no para el viento! ― siguió tocando con pasión, aquella pasión que siempre tiene. En un momento empezó a largarse a lluvia fuerte, lo que provocó que Venti se mojase de más, aún así no paró.

― mira.. se está mojando el bardo. ―
― qué increíble.. incluso con lluvia toca bien! ―

El poco público que quedaba aclamaba aquella lira y su dueño. Llegó la hora de irse y se despidió como siempre. ― ¡Gracias Mondstadt! ― alzó la mano y la movió en gesto de adiós, tomó el dinero y salió huyendo a casa.

Como era de esperarse, llego tiritando y congelado, apenas pudiendo moverse llegó a la habitación y se cambió de ropa. ― creo.. me siento mal. ― se tocó la cabeza, caliente, se tumbó en la cama exhausto e intentó dormir, pero aquel dolor de cabeza comenzó a atacarlo e impidió su sueño.

― mier... me enfermé tal.. ve.. ― cerró los ojos con fuerza y luego los relajó, devuelta a intentar dormir, todo esfuerzo fue en vano porque no pudo descansar. Desde lejos se oía la puerta, desde muy lejos, pero los pasos se acercaban y podía sentir sus ojos lagrimar, a lo lejos, se veía la silueta de Zhongli borrosa, que se iba acercando al tembloroso Venti tumbado en la cama.

― ¡Venti! ¿estás..? ― puso su mano en la frente de Venti, tomando su temperatura. ― no tienes nada grave, afuera está muy helado. hasta cuando te quedaste afuera?. ― Venti miró a Zhongli apenado.

― t-todo el dí-día ― confesó sin mentir, necesitaba ser sincero para recibir un trato decente, o al menos así lo pensaba Venti.

― S-Sabes.. un beso me haría bien. ― bromeó, esperando intenciones de beso.

― Mh? ― lo pensó un poco. ― ¿y en donde sería? ― preguntó.

Venti con la mano aún tiritando la puso en su mejilla, con una sonrisa Zhongli acercó sus labios a la mejilla de Venti y lo besó. ― así estás mejor? ― claramente, para Venti fue un golpe de calor inmenso que hasta dejo de tiritar por unos segundos, se sonrojó y observó al mayor.

― y-yo.. ― Sus mejillas y al parecer la cara no daban mas de un rojo suave pero notorio, dando una ligera sospecha en Zhongli. ― ¿te gustó? ¿quieres otro? ― sonrió, devolviendo un poco la broma.

― e-eh.. ― se quedó callado y no dijo nada, pero antes de que se diera cuenta, Zhongli volvió a darle un pequeño beso en la frente. ― arropate, Venti, mañana estarás mejor y seguro que hace mejor día que hoy, que te parece si mañana vamos por un helado o algo así al centro de Mondstadt? ¿te parece bien? ― le conversó, el de trenzas solo asintió con una leve sonrisa, para con mucho cuidado, esperando a que Zhongli se bañase y pusiera pijama comenzó a pensar en los besos que el mayor le dió, sonrió sin darse cuenta y se emocionó.

Finalmente, ambos ya acurrucados se durmieron juntos en un suave abrazo, parece que ambos ya están acostumbrados a estar juntos.

Finalmente, ambos ya acurrucados se durmieron juntos en un suave abrazo, parece que ambos ya están acostumbrados a estar juntos

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❝ Mi manera de hacer terapia ❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora