¿Just Friends? - Eddie Munson (TIKTOK)

PARTE 12

Apenas tuve la furgoneta fui directo a la comisaría para recoger a T/N. Me estacioné enfrente del edificio y me bajé del vehículo.

Estaba a punto de entrar cuando me topé con Jade y T/N.

—Hola —me dijo T/N mientras me abraza.

Le di un beso en la cabeza como forma de saludo.

—¿Cómo salió todo? —pregunté.

—Billy pasará un par de meses en prisión, los testimonios de los vecinos del departamento ayudaron —respondió Jade—. Ahora iniciamos el trámite para la orden de alejamiento.

T/N me abrazó con más fuerza.

—Ya todo acabó —dijo Jade acariciando el cabello de T/N.

Tomé su mentón para que me mire y me dio una sonrisa, se ve más tranquila. Le di un beso en la frente.

—¿Quieres que te lleve a tu casa? —le pregunté a Jade.

—No, debo ir al centro comercial que está aquí cerca, puedo ir caminando —contestó—. Además quiero que te la lleves a descansar.

Asentí

—Cuídense.

Nos despedimos de Jade y luego fuimos a la furgoneta.

—¿Cómo te sientes? —le pregunté mientras conduzco.

—Mucho más tranquila —contestó.

Acaricié su muslo y ella me sonrió.

—Hagamos galletas —sugerí.

—¿En serio? —Pude ver que se le iluminó el rostro.

—Sí —reí—. Pero esta vez usemos azúcar y no sal.

Se echó a reír.

—Eso fue tu culpa, solo estabas jugando y me distraías.

—Claro que no, me lo tomé muy enserio, quería que tu abuela estuviera orgullosa de mí.

—Por suerte nunca probó esas galletas.

—Gracias a Dios.

T/N
La vez que hicimos galletas en la casa de Eddie fue uno de mis días favoritos. Encontramos una receta en el libro de cocina de mi abuela, la idea era regalarle galletas de avena, sus favoritas. Como salió mal tuvimos que comprarle otras ya hechas, pero ella lo descubrió de inmediato, aún así se las comió gustosa. Después de comprar las cosas necesarias para las galletas fuimos al departamento.

Al llegar apenas entramos Gareth se levantó del sofá.

—Al fin ¿Por qué tardaron tanto?

Miré de reojo a Eddie. Pasaron muchas cosas esta mañana y parte de la tarde.

—Billy nos puso las cosas difíciles —respondió Eddie.

—Mierda ¿Qué pasó?

—Es una historia un poco larga —contesté—. Pero todo está en orden.

—¿Segura?

Asentí.

—Anda a preparar tu cita Romeo —dije y el rió.

—¡Jeff, ya vámonos!

—¡Voy!

Jeff salió de su habitación bastante arreglado y con un olor a colonia muy fuerte.

—¿Por qué tan apuesto? —le pregunté riendo.

—Gareth no es el único que tiene una cita —sonrió.