¿Just Friends? - Eddie Munson (TIKTOK)

PARTE FINAL

Que Gareth vaya a la casa de Susie no me pareció una buena idea, aún así lo dejé en la puerta de la humilde morada de la chica que no me fío ni un poco, pero después de todo él ya es un adulto y no puedo entrometerme en sus decisiones. Vuelvo a la furgoneta deseoso por ver a mi chica ya universitaria, estoy muy orgulloso de ella jamás lo dudé.

—Hola, Eddie —me saluda Jade con una sonrisa—. Pasa, T/N aún no está lista.

Se hizo a un lado para que pudiera pasar y apenas entrar el pastor alemán se abalanzó sobre mi juguetón, Niko y yo ya somos buenos amigos así que lo recibí con los brazos abiertos.

—Aún queda café ¿Quieres un poco?

—No, gracias —le respondo mientras la sigo a la cocina.

—¿Cómo está Gareth?

—Ahora está bien, creo.

—¿Cómo es eso?

—Me pidió que lo dejase en la casa de Susie.

—¿Ya arreglaron las cosas?

—Eso parece. —Levanto los hombros.

—Veo que aún no te termina de agradar —suelta una pequeña risa.

—La verdad no, pero si T/N y Gareth la perdonaron supongo que me tendrá que agradar en algún punto.

—Susie no es una mala persona, solo se cegó por sus sentimientos

T/N
Después de ponerme un poco de rubor, agarré mi bolsa y salí de la habitación. Estoy extremadamente feliz, podré estudiar el próximo año y no falta mucho para eso. Caminó por el pasillo para llegar a la sala, no hay nadie así que supuse que están en la cocina, apenas entré en el lugar vi a Eddie y a Jade conversando.

—Ya estoy lista.

Eddie se gira y me dedica una amplia sonrisa.

—Ven aquí, preciosa —me dice viniendo hacia a mí para abrazarme. Me cuelgo en su cuello mientras inhalo su aroma, él me levanta y da unas cuentas vueltas lo que me hace reír—. Felicidades, cariño.

—Gracias —respondo sonriendo.

Me vuelve a dejar en el suelo sin soltar mi cintura, me da un beso tierno en la cabeza y yo disfruto cada caricia que me da.

—Lleguen temprano, voy a preparar una rica cena para celebrar —dijo Jade.

—Hecho —le dice Eddie.

Después de despedirnos de Jade, Eddie entrelaza su mano con la mía y me guía a su furgoneta, al llegar se adelanta y abre la puerta del copiloto para mi.

Eddie me llevo al parque de diversiones, me dio mucha nostalgia ya que la última vez que fui fue con mis padres cuando tenía 8 años, fue como volver a mi infancia. En la hora del almuerzo decidimos comer en un local de comida rápida, todo estaba bien hasta que Eddie hizo llorar a un niño pequeño porque compró la última cajita feliz, pero creo que el karma le llegó rápido ya que vomitó por no querer reposar antes de subir a la montaña rusa, a pesar de todo eso me divertí muchísimo y la verdad será una buena anécdota para contar después.

—Vamos, Eddie, hazlo con más ganas —lloriqueo a su lado—. Sigues teniendo una pésima puntería.

—Estás cosas son tramposas, amor, están hechas para que no ganes —se excusó.

—Anda, inténtalo otra vez.

—¿Por qué no lo intentas tú?

—Porque no será romántico, tienes que ganar el peluche para mi.