Capitulo 9-Me la mueves

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Todos bajaron de el bote siguiendo a Wonka, que ya parecía haberse olvidado que le temía a los botes. Sirius fue uno de los últimos en bajar junto con Charlie.

Sirius estaba procesando lo que Wonka le había dicho.

Ay dios, será que me está proponiendo algo. La verdad no soy muy bueno manteniendo relaciones, a pensar de que me quiero hacer diferente soy muy similar a mi padre. Sirius pensó con pesar, recordó entonces a su primer novio.

Ah mi querido Alexis... Sirius sintió la pena a la que se había acostumbrado al pensar en su ex pareja, el chico más amable que eh conocido, me gustaría tener una mínima pizca de odio hacia el, pero solo siento pena por el, por tener que soportarme en mi peores momentos. Ay dioses, hay voy de nuevo. Mejor ahorita no.

Sirius sacudió la cabeza alejando esos pensamientos y volviendo a la realidad, notando que ahora se encontraban en un cuarto gigantesco con frascos y máquinas que soltaban humo y mucho ruido por cada movimiento que hacían.

Wonka se paró enfrente de todos, —Esta es la habitación más importante de toda la fábrica, bien.—, Wonka estiró sus manos enguantadas, y sonriendo de forma incómoda continuó,—Pueden ver lo que quieran..Pero, no toquen nada.

Todos corrieron hacia un mismo lugar, excepto Charlie, que era seguido por un Sirius algo deprimido, siguió a Charlie hacia un lugar donde dos Ompa Loompas estaban vertiendo una sustancia rosa fosforescente en un frasco.

—¿Que es eso?—, preguntó Charlie, como el niño curioso que es.

Sirius frunció el ceño mirando la sustancia, le parecía bajamente familiar, pero donde..

Sirius estaba distraído mientras los Ompa Loompas le explicaban que era eso a él niño, fueron breves.

Es juego del amor.— Dijo uno de ellos, tapando un pequeño frasco lleno de la sustancia.

—¿Jugó del amor?, ¿por que?— Charlie preguntó interesado, tomando un pequeño frasco e inspeccionándolo más de cerca.

Principalmente porque huele a la escénica de la persona que más amas, además de que también..— El Oompa Loompa se calló, mirando a su compañero, que asintió sin preocupación.

Si una persona lo bebe quedará enamorada perdidamente de ti.— Dijo, mientras tapaba el último frasco, —Puedes olerlo si quieres, nunca tendrás otra oportunidad. No saldrán a la venta.

Charlie asintió, y con algo de duda tomó el pequeño tapón que tenía el frasco y lo quitó. Inmediatamente sus fosas nasales fueron deleitadas por un olor que conocía muy bien, un sonrojo cubrió sus mejillas mientras acercaba un poco más el frasco para oler mejor, evitando ver cualquier cosa que no fuera el piso.

No necesariamente es algo romántico...— Dijo uno de los Oompa Loompas, notando la reacción de el niño, pero fue cortado por el otro chaparro, —Pero casi siempre lo es, y ya nos vamos.

Los Oompa Loompas se alejaron con una pequeña caja de frascos llenos de esas sustancias, entonces Sirius sacó a Charlie de su cabeza.

Nop, no recuerdo nada. Mira chiki haya parece que está ocurriendo algo, ¿no quieres ir?— Sirius sonrió hacia el niño, apuntando con su denso en donde todos estaban reunidos alrededor de Wonka.

Charlie asintió acercándose a el grupo, aún con las mejillas algo sonrojadas y con un peso extra.

Llegaron rápidamente y un Wonka sonriente les mostró un chocolate mordido que estaba en una mesa. —Aquí está el chocopelo, con un pequeño trocito que prueben, y exactamente en media hora, el cabello les empezará a crecer en su cabecita loca.

Te amo más que el Chocolate [Charlie y la fábrica de chocolate]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora