Única parte.

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Una noche, tras una larga jornada de trabajo, decidieron encontrarse en su lugar habitual, una acogedora cafetería en la esquina de la calle principal en Canadá. El ambiente era cálido y relajante, con el suave murmullo de las conversaciones y el aroma del café recién hecho perfumando el aire. La cafetería, con sus paredes de ladrillo visto y decoración ecléctica, era un refugio del bullicio exterior. Las luces colgantes emitían un resplandor suave, creando sombras acogedoras que invitaban a la conversación. Las mesas, de madera rústica y piedra caliza, estaban distribuidas de manera que cada rincón tenía su propia atmósfera íntima.


Las estanterías repletas de libros y plantas daban un toque íntimo al espacio, mientras que una pequeña barra de jazz se ubicaba en una esquina, donde músicos locales a menudo llenaban el aire con melodías suaves. El sonido ocasional de una máquina de espresso al fondo añadía un ritmo constante y reconfortante al ambiente. Eligieron una mesa junto a la ventana, desde donde podían observar las luces de la ciudad y la vida nocturna que transcurría afuera. Los cómodos sillones de cuero desgastado ofrecían un lugar perfecto para relajarse tras un día agotador, y el camarero, ya familiar con sus preferencias, se acercó con una sonrisa.


Lo de siempre, ¿verdad? —pregunta, y ellos asintieron con una sonrisa.


Pronto, dos tazas de café humeante estaban frente a ellos, el aroma tentador envolviéndolos en una sensación de paz y naturalidad. Compartieron sus pensamientos y reflexionaban sobre todo lo que había pasado, el ambiente de la cafetería les brindaba un respiro necesario, un momento de paz en medio del caos de sus vidas como detectives.


—Ha sido un camino largo y difícil. —dice Jes, mirando a Bible con una cálida sonrisa. —Pero lo logramos.


Bible le sonríe de vuelta, bebiendo un poco de café en su taza.


—Sí, y no podría haberlo hecho sin ti. Tu determinación y valentía fueron fundamentales.


—No quiero llevarme solo el crédito, el que estuvieras a mi lado en cada ocasión, fue fundamental para la investigación. Los chicos también recibirán su parte. —dice, sin apartar la mirada del rostro de Bible. El hombre se había vestido típicamente formal y casual, de color crema y negro, añadiendo solo esta vez, una chaqueta de cuero negra y una bufanda roja con detalles navideños. El nuevo corte de cabello le quedaba estupendo, dándole un aire más jovial y acentuando su sonrisa, que ahora parecía aún más brillante. Sus pequeños y rasgados ojos, esos que Jes tanto adoraba mirar, brillaban con una chispa especial. Mientras Jes observaba, se dio cuenta de cuánto apreciaba esos detalles, pero al sentir que estaba mirando demasiado a su compañero, apartó la mirada con una sonrisa tímida y se concentró en las personas que transitaban por la calle. Increíblemente, la lluvia de invierno comenzaba a presentarse, agregando un toque maravilloso al momento.

Monotonía. Ꜥ꧖ JesBible.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora