Brenda Martín

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Cuando fui a acercarme a Bren me apartó la cara.
-¿No vas a darme un beso?
-B: No te lo mereces.
Empecé a seguirla. Ella iba a doscientos por hora.
Cómo si quisiera huir de mi.
-Joder nena, simplemente estaba siendo amable.
-B: Una mierda Daka, ¿Estás cosas haces cuando yo no estoy delante?
- Que no de verdad, perdóname. No se qué me ha pasado, pero de verdad, lo has malinterpretado, a la chica se le han caído los vasos y...
-B: Deja de contarme historias, un poco más y te come con la mirada y porque te he pillado a ti de espaldas, a saber con qué cara la estabas mirando tú. Ya sé que estos días he estado muy pendiente de mi madre y lo siento por preocuparme por mi familia y no estar tanto por ti. Pero eso sobraba.
-Joder amor, no seas así, ¿Sabés que eres lo mejor de mi vida no? Le agarré de la mano.
Ella me miró con ganas de besarme, aunque estuviera celosa se moría de ganas por darme un beso.
Y entonces aproveche para agarrarla de la cintura.
-Que te amo joder, no lo dudes. Sino no estaría contigo.
-B: No es muy agradable ver a tu novia tontear con otra tía en un bar.
- Que no tonteaba joder. Qué simplemente estaba ayudándola.
-B: Pues ella contigo, me da igual.
-No, no es lo mismo, no tengo culpa.
Me encogí de hombros y le puse una mirada tierna.
La abracé muy fuerte y ella me miró indignada.
Le agarré de la mano y nos fuimos a dar una vuelta.
Me hice fotos con ella por el centro y empecé a reírme de ella por el tipo de caras que ponía en las fotos.
-Sales tan seria que me es imposible no reírme.
-B: Me tienes contenta...
Y aproveché aquel momento para darle un beso.
Ella me siguió aquel beso y luego me pegó levemente en modo cabreo.
-B: Esto no cuenta que no esté enfadada contigo.
Me encogí de hombros. Y acabamos en su casa viendo una película.
Su madre había salido a comer con su hermana y yo tenía ganas ya sabéis de qué.
Mientras veíamos la película empecé a besarle con otras intenciones.
Ella me siguió los besos y justo cuando empecé a meterle mano, me paró en seco, pude ver el rechazo en sus ojos.
En aquel momento me sentí fatal, me raye muchísimo.
Echaba de menos que me deseará, que me buscará, sentir la pasión, sentir que tenía ganas de mi, que todavía le apetecía mantener relaciones conmigo.
-No me apetece Daka...
-Últimamente nunca te apetece.
-No es eso... Pero justo hoy, pues la verdad que no.
Justo en ese momento me entró una llamada de mi madre.
Cogí la llamada y me fui hacía el comedor.
#¿Hoy no se suponía que venías a comer con Brenda?
#Ostia mamá mierda, se me pasó. Bueno ahora voy.
-Mi madre, que había quedado con ella en que íbamos a comer.
-B: ¿Y me lo dices ahora?
Brenda era una persona que odiaba que le cambiarán los planes o los planes de última hora.
-Qué quieres que te diga, no me he acordado.
-B: Ve tú, tengo que hacer cosas en casa, mi madre no puede ya sabes. ¿Nos vemos esta noche?
-Bueno ya veremos.
Le di un beso y me despedí de ella sin ganas.
La madre de Brenda, Ruth hacía unos meses había tenido un accidente de coche y se había quedado en silla de ruedas.
El padre de Brenda se fué cuando ella era muy pequeña y cuando le pasó eso a su madre se vinó abajo.
Estuvo cuidando de ella en el hospital y ahora en casa, ella es quien limpia, quien la cuida y hace prácticamente todo.
Y entiendo perfectamente su situación pero egoístamente nos quita mucha libertad como una pareja normal.
Hace casi un año que Bren y yo no hacemos ningún viaje.
¿Y poder irnos un fin de semana de hotel?
Ya ni lo recuerdo tampoco...
Brenda es una persona maravillosa, pero muchísimas veces siento que no es el momento de estar juntas.
De camino a casa de mis padres, empiezo a replantearme mi relación y es que a veces se me olvida de porqué seguimos juntas.
Lo peor es que me siento mala persona por tener fantasías con otras chicas o necesitar sentirme deseada.
Cuando estoy subiendo al portal estoy tan absorta en mis pensamientos que choco contra una chica y hago que todos sus papeles caigan al suelo.
Cuando la veo no puedo creerlo, es Charlotte la chica del bar.
-Lo siento perdón, no te visto. Mi cara de circunstancia.
-Ch: Ostia, eres tú Dakota. Tranquila no te preocupes, yo tampoco estaba prestando mucha atención por donde iba. Por cierto ¿Lo solucionastéis?
-¿El qué?
-Ch: Con tú novia.
-Ah sí, gracias por preguntar. ¿Vives aquí?
-Ch: Sí, ¿Y tú?
-No, viven mis padres. Pero vengo mucho por aquí, nos vemos.
Me guiño el ojo.
Pude ver cómo se me quedaba mirando de arriba abajo y eso me hizo sentir bien, sentirme deseada, esa tensión, ese deseo, ese momento de excitación.
Los echaba de menos...
En un momento de película me habría lanzado y nos abríamos comido toda la boca, pero estaba en la vida real y esas cosas teniendo novia no podía hacerlas.
Era tan sexy, tan llamativa...
Además su olor era atrayente, era de esos olores que te dan ganas de comerle el cuello, de besarla sin retroceso, de sentir como su pelo te acaricia la cara, como sus labios rozan con los tuyos.

∆ La novia de mi mejor amiga ∆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora