Capítulo 21

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Preguntándome qué está reteniendo a Taehyung, subo las escaleras de dos en dos y camino por el pasillo. En ese momento, él sale de la habitación.

Sus ojos se posan en mí, y respirando profundamente, comienza a caminar hacia mí.

―¿Estás bien? ―pregunto.

―Sí.

Extiendo mi mano hacia él, y cuando me alcanza, sus dedos se entrelazan con los míos. Algo es diferente y me tiene mirándolo.

―¿Seguro?

Una sonrisa cuadrada se extiende por su rostro. ―Solo estoy ansioso.

Lo acerco más a mí e, inclinándome, presiono un tierno beso en su boca. Cuando levanto la cabeza, digo.

―Tranquilo. Estoy aquí y no me iré de tu lado.

Taehyung me mira profundamente a los ojos como si estuviera buscando algo, y me hace decir.

―Te amo.

En lugar de decirme lo mismo, lo cual, sinceramente, espero poder escuchar pronto, Tae  murmura. ―Qué suerte tengo.

Aprieto mi agarre en su mano.

―Yo soy el afortunado.

Caminamos de regreso a las escaleras, y mantengo mi paso lento para que Tae siga el ritmo.

Mis ojos vagan por el traje sexy como la mierda que lleva. ―Te ves impresionante.

Una sonrisa halagada adorna sus labios.

―Gracias.

Cuando llevo a Tae a través de las puertas de vidrio y salgo a la terraza, el orgullo llena mi pecho mientras todos los ojos se vuelven hacia nosotros.

Mingyu es el primero en acercarse. Su mirada alerta se mueve de mí a Tae, y luego dice.

―Bienvenida a la familia, Tae.

Él  le sonríe a mi hermano.

―Gracias. Quién lo hubiera imaginado, ¿verdad?

―Cierto ―se ríe Mingyu, luego se vuelve hacia Wonwoo, quien da un paso más cerca de Tae

Inclinándose para darle un abrazo rápido, Wonwoo le dice: ―Felicidades, estoy seguro de que ustedes dos compartirán muchos años de felicidad.

Solo entonces recuerdo que no sabe quién es Wonwoo. Inclinándome hacia él, murmuro. ―Él es el novio de Mingyu.

Tae asiente, y cuando Eunwoo y Sanha se acercan a nosotros, le digo.

―Eunwoo y Sanha, su esposo.

Lentamente seguimos moviéndonos entre los invitados, tomándonos el tiempo para darles la bienvenida a todos personalmente.

Finalmente, llegamos a Seojoon y Hyungsik. Observo cómo la sonrisa cuadrada de Tae se ensancha cuando dice.

―Es bueno verte de nuevo, Hyungsik.

―Lo mismo digo ―responde Hyungsik.

―Siempre he querido decirte ―continúa Tae―, el gran impacto que tuviste en mi vida.

―¿Ah sí? ― Hyungsik evanta una ceja interrogante hacia Tae.

―Verte eliminar a tus enemigos fue inspirador. Me diste el coraje para defenderme.

Una sonrisa genuina se extiende por el rostro de Hyungsik.

―Wow... oh... no sé qué decir.
niega con la cabeza.

Bajo el velo de la mafia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora