• Capítulo 10: Sentimientos

373 32 3
                                    

A medida que avanzaba, su mente retrocedía en el tiempo, visualizando la sala como un eco perdido en los recuerdos que se desvanecían con el transcurso de los años. Los destellos de las pantallas, los clics de los controles y las risas contagiosas formaban un coro de experiencias que, aunque lejanas, resonaban en el corazón de Fang como un recordatorio de la eternidad de la amistad y la diversión.

Con una mirada melancólica, Fang se encaminó hacia una máquina de arcade, ansioso por encontrar las fichas que le permitirían sumergirse en la distracción de los videojuegos. Sacó unas cuantas de su bolsillo antes de que una ficha se le escapara al suelo. Con destreza, se apresuró a recogerlas antes de que escaparan, pero una de las fichas tomó un rumbo inesperado, dirigiéndose hacia una persona que no había previsto.

En un acto de habilidad notable, Fang intentó recuperar la ficha perdida antes de que la desconocida se inclinara para recogerla. Sin embargo, la persona resultó ser Max, quien, con una sonrisa, se le adelantó.

Max: Wow, Fang, parece que has perdido algo, ¿verdad? —dijo con una risa, extendiendo la ficha hacia él—. No pensé encontrarte aquí.

Fang: Yo tampoco, ¿y tú qué haces por acá? Pensé que estarías ocupada... ya sabes, haciendo cosas de superhéroes —respondió con una sonrisa nerviosa.

Max: Bueno, sí, pero de vez en cuando me tomo un respiro y vengo al arcade a jugar —dijo Max con una sonrisa amistosa—. Ya que estamos aquí, ¿quieres jugar una partida?

La mirada de Fang se iluminó, asintiendo, aceptando la propuesta, ambos se dirigieron hacia la máquina de arcade, donde Fang insertó las fichas con entusiasmo, listo para sumergirse en el mundo digital.

Max: ¿Qué juego prefieres, Fang? —preguntó, observando las opciones en la pantalla.

Fang: Uno de lucha ¿te gustaría? —preguntó mirándola con una sonrisa.

Max asintió con una sonrisa y aceptó la propuesta con entusiasmo, seleccionando a su personaje con una destreza impresionante. A medida que se sumergían en la competencia virtual, las risas y los gritos llenaron el aire, creando una burbuja de camaradería en medio del bullicioso arcade.

Fang: No pensé que te gustaran los videojuegos —dijo, sus ojos fijos en la pantalla.

Max, manteniendo a raya los movimientos de su personaje, respondió con sinceridad.

Max: Si te soy sincera, cada noche me escapo para jugar. Es aburrido quedarse en la guarida, a Meg no le gusta, y jugar con Surge no es tan divertido, siempre me gana.

Fang dejó escapar una risa amistosa, sorprendido por la revelación.

Fang: Jaja, no me esperaba que fueras tan buena —comentó con un toque de admiración—. ¿Te gusta lo competitivo?

Max, con una sonrisa llena de diversión, respondió con naturalidad.

Max: Creo que es algo obvio —sus ojos brillaban con entusiasmo—. Y a ti ¿no?

Fang: De hecho, sí, jaja. Con Buster siempre nos peleábamos para ver quién era el mejor, competíamos en todo... era divertido—añadió con un leve tono de melancolía.

La expresión melancólica en el rostro de Fang no escapó a la atención de Max, quien, con un amistoso codazo, trató de animarlo. La complicidad entre los dos floreció mientras continuaban inmersos en la emocionante competencia virtual, borrando cualquier rastro de tristeza en el bullicioso arcade.

Max: Tranquilo, Fang, eres... —iba a completar la frase antes de ser interrumpida por el sorprendente combo de Fang—. ¡Qué injusticia! Jajaja.

La risa de Max hizo contagiarse a Fang, y ambos se vieron envueltos en un momento de alegría, dejando atrás momentáneamente las preocupaciones de Fang. Max expresó su cariño golpeando suavemente el hombro de Fang.

Es solo una película, ¿verdad? ( Fang x Max ) [ Brawl Stars ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora