1. ❰ LA VERDAD GOLPEA ❱

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- Up.

¿Qué es este sentimiento?

¿Ira? ¿Enojo? ¿Decepción? 

Un poco de todo.

El «crash» retumbo por la pequeña habitación cuando el jarrón de cilindro fue lanzado con fuerza y estrellado contra la pared haciendo un escándalo al hacerse añicos. No son trizas desiguales, son literalmente añicos. Hay pequeñas partículas esparcidas por el suelo y la alfombra de la sala; es como si toda su ira estuviera contenida y los pedazos de vidrio fueran la representación perfecta del estado de su corazón. No hay más ruido que el que hace, ¿es la casa? ¿O es su interior?
Está vacío, por completo. La mente se siente en blanco pero realmente no lo está; su mente está inundada de momentos que resultaron ser una fachada, puras falacias; de pronto se ha convertido y se siente, como una repetidora constante de un montón de momentos que desearía que fueran reales.

¿Cómo pude creer en él? ¿Cómo pudo ser capaz de mentirme en la cara? Le creía... ¡Maldita sea! ¡Juro por Dios! ¡Por Buda que lo hacía!

Sin importar el montón de preguntas que hacía, él no dudaba, no titubeaba al responder y quizá... quizá él es un experto mentiroso. Y yo, yo sólo era un ingenuo.

Mintió cuando se confesó.

Mintió la primera vez que lo besó.

Y ahora darme cuenta que también lo hizo cuando hicimos el amor me hace sentir más miserable y patético.

Apenas pude, baje de la tarima y me vi rodeado. Rodeado por una cantidad de lentes con flash, listas para capturar mi miseria y un mar de gente llena de preguntas insensata e imprudentes.

Mi día no debió ser así. No debía sentirme tan roto, tan... usado... no debía, pero no podía desmoronarme frente a todos, lo sabía. Pero lo hice, el ataque de frustración me golpeo y solo quería descargar la frustración y los pensamientos negativos que nacieron de pronto como una ráfaga furiosa. «¿Podían inocentes pagar por lo que no habían hecho?» Me pregunte. Pero está es la pregunta más estúpida que he hecho.

Mañana me vería siendo la nota en la primera plana de todas las noticias de la ciudad, podría golpearlos ahora para que al menos algo tenga veracidad. El enojo me ciega y estoy dispuesto a echar mi imagen por el retrete, estoy listo para retirarme y dejar toda esta mierda. Sé que él está aquí y espero por su propio bien que no se acerque. Por que no sé cómo podría reaccionar.

Mi cuerpo tiembla y exhalo antes de lanzarme, pero, cuando unos brazos fuertes me atraen a un pecho firme y cálido, me detengo con firmeza. Cubren mi rostro con su chaqueta y retira mis gafas para no lastimarme.

— ¡La diversión termino! — Escucho la voz furiosa de mi papá gritando.

— ¡Pero señor Kanawut! ¡Es su oportunidad de aclararlo!

— ¡Mi hijo no tiene nada que aclarar! ¡Métanse esa nota por donde les guste! ¡Y dejenlo en paz! — exclama —. Acosan a mi hijo o lo intentan presionar y procederé. Les advierto, borren lo que sea que hayan capturado o les prometo que dejaré de ser educado, — advierte — ¡ahora, largo!

Sin embargo, al mundo de personas no le interesa obedecer. La colonia a agua fresca que está en mi papá, me da tranquilidad y me rompo como un frágil cristal entre sus brazos. Mis lágrimas salen y mi vista se nubla. Soy de nuevo el pequeño de cinco años que está siendo intimidado y papá lucha para que entiendan que no estoy solo. Me siento vulnerable, asustado... y roto.

— ¿Acaso no escucharon? —. Rechina los dientes, soportando el enojo mientras truena sus dedos— ¡quítense de mi camino! ¡Estorbos! ¡Esto no es un show de televisión!

╰┈ 𝐒𝐀𝐅𝐄𝐖𝐎𝐑𝐃Donde viven las historias. Descúbrelo ahora