Entre tus caderas perdí mil guerras

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Hoseok preparaba el desayuno, sus hijos se levantaban tarde pues estaban de vacaciones y él solo trabajaba en casa. Conocía perfectamente la cocina pues cuando vivían allí como una familia él se encargaba de todo, le había pedido a Taehyung que solo hubiesen escoltas y no personal de cocina pues a sus hijos solo le gustaba la comida que él les preparaba. Era su segundo día en la casa y Taehyung no se había levantado, toda la noche sintió nervios de que le llegara a buscar a su habitación, ya que conocía a la perfección el descaro de su esposo. 

─ Disculpe ¿Qué hace en la cocina?

─ Cocinar. ¿No es obvio?─ Respondió Hoseok ante el tono tan grosero de aquella mujer. Esta se acercó y lo vio de pies a cabeza. 

─ Al señor Kim le gusta el desayuno recién hecho y él no se ha levantado, es obvio que me pedirá que lo haga y usted no debería de ser tan atrevido siendo solo un invitado. 

─ Al señor Kim le gustan muchas cosas  y no por eso las tiene. 

─ Violet, él no es cualquier visita, es el esposo del amo Kim, así que cierra la boca y ve a tu habitación. 

─ ¿Señor Ha?─ Preguntó Hoseok con una sonrisa. Esta asintió y sonrió acercándose a él, ella había sido el ama de llaves de la casa y siempre había sido un gran apoyo para ellos, sin embargo al enfermar su hijo ella había dejado la casa. 

─ Mi señor Kim favorito. 

─ ¿Por qué debo ir a mi habitación?

─ Porque el amo Kim ha decidido que no tendrá más cocinera ni personal de limpieza. 

La chica se fue enojada por la decisión de su jefe, mientras tanto Hoseok y la señora Ha terminaban el desayuno. Jimin y Dongpyo llegaron en pijama, corrían sintiendo demasiada hambre. ─¡Yo primero... siento el aroma del tocino!

─ ¡Yo primero quiero los hotcakes! ─ Los dos chicos gritaban emocionados por la deliciosa cuchara de su padre. Jimin adoraba como les decoraba los hotcakes y Dongpyo amaba los huevos revueltos con tocino y jamón, además de las tostadas de pan con mantequilla. 

─ ¿Estos son los pequeños? 

─ Sí, estos escandalosos son los pequeños quienes deben primero poner la mesa para que puedan comer. ─ Los dos chicos hicieron puchero y se levantaron para ir a poner la mesa, la señora Ha sonrió al verlos tan tiernos con pijamas de pollito y el otro de perrito. De pronto se escucharon las pisadas de los dos chicos que despertaron por el aroma de la comida, cuando les vieron solo en bóxer, Jimin y Dongpyo se sonrojaron. 

─ ¡Por fin comida real!

─ Kook, hasta que se acabaron los panes quemados y los intentos de huevos revueltos. 

─ ¡Alto allí pervertido uno! Esta comida es para los hijos reales no para los falsos.

─Pues lo siento ternura en pollito, pero hay comida para todos allí, para los hijos buenos y para los abandonados. 

─ ¡Silencio los cuatro! Ambos son hijos muy queridos, van a comer en silencio y sin pelear. 

Los cuatro se sentaron rápidamente al ver aquel triángulo en los labios de Hoseok, de pronto junto a Jungkook se sentó Mackenyu. ─ ¿Y este qué hace aquí?

─ Escucha escuincle, este tiene nombre, señor Mackenyu para ti. Además no cambiaré mi rutina solo porque están obligando a mis príncipes a vivir con ustedes pedazos de inútiles. 

Jungkook iba  responderle igual de grosero a Mackenyu, pero Hoseok colocó los platos con fuerza sobre la mesa. Todos hicieron silencio, minutos después Taehyung bajó listo para ir a trabajar, se sentó frente a Hoseok y la señora Ha le sirvió. ─ ¡Oh qué hermosa familia!

Dime ¿por qué?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora