¿Dime por qué nuestro amor es ardiente?

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Desde que se conocieron sabían que su amor no era normal, fue solo una mirada y habían caído por el otro, con un amor tan ardiente se habían enamorado y nadie podía decir que entre ellos no había un sentimiento fuerte. Solían salir de paseo por diferentes lugares donde cantaban, bailaban y comían lo que deseaban. Hoseok y Taehyung se amaban tanto que no podían mantener sus manos lejos del otro, a tal punto que su primera vez no fue mucho después de hacerse novios, Mackenyu casi mata a Taehyung cuando se dio cuenta de que había profanado a su hermanito. 

Se casaron sintiendo aquella necesidad de estar juntos por siempre, Hoseok se embarazó y durante el embarazo fueron más unidos, Taehyung consentía a su esposo y este le daba lo que pedía. Esa necesidad de ser uno solo les llevó a que nueve meses después del nacimiento de Jimin Hoseok estuviera nuevamente en cinta. Eran una familia feliz, pero de vez en cuando los celos de Taehyung impedían que Hoseok estudiara con tranquilidad, luego se reconciliaban con aquel amor ardiente que acaba con cualquier duda.  

Cuando Taehyung dejó a Hoseok para ir a ayudar a su amigo, jamás pensó en que estaría lejos de él por tantos años, si alguien se lo hubiera dicho nunca hubiese tomado el avión. Taehyung tenía una dependencia por su esposo, él le había mostrado el cariño y el cuido, pese a que su abuelita lo había hecho de niño, nadie le había tratado así. Hoseok le preparaba comida y cuando tenía pereza, este le alimentaba. Él le despertaba con ternura y le ayudaba a concentrarse en sus composiciones, además para su cumpleaños le hacía sorpresas que provocaban risas en Taehyung. 

Era un completo consentido y cuando estaba a su lado solo quería ser cuidado por él. Así que pocas veces llegaba a hacer algo en contra de lo que su esposo pensara, en especial nada de violencia. Ese día habían citado a So Ji-Sub en un restaurante familiar, por insistencia de sus hijos Jimin y Dongpyo estaban presentes. Cómo aquel hombre no había llegado los menores jugaban en el área de niños, siempre hacían lo mismo. Se metían en los inflables y ¡Ay! De aquellos que se atrevieran a decirles que no podían estar allí.

Hoseok le daba de comer a Taehyung quien decía que el embarazo de su esposo lo tenía contrariado. Hoseok sabía que solo se excusaba para que él le alimentara. — Hobi, échale salsa a las papas.

— Hoy estás muy consentido, Tae.

— Es que estoy recuperando los años que no me alimentaste. — dijo dándole besos en las manos, Hoseok solo recordó aquel tiempo que había pasado lejos de su esposo y se sintió triste, no quería volver a pasar por aquello nuevamente.

— Te ves tan inútil como lo eres.

Los dos observaron a Ji-Sub frente a ellos, pese a que Taehyung quería a Mackenyu con ellos no pudo asistir pues debía ir a una reunión de negocios. Jimin y Dongpyo al ver a aquel hombre salieron del inflable, un chico iba a subir mientras ellos bajaban y Jimin le empujó.

— Quítate mocoso y espera que baje. Deberían de prohibirle a los mocosos estar aquí.

— Le diré a mi papá.

— "Le diré a mi papá"— le imitó Dongpyo con la voz aniñada. — Ve sabandija que le enseñaremos con cuántas papas se hace el vigorón*.

— Dong, eso no lleva papas.

— Aún, sabes que me gustan los retos.

Jimin lo jaló para irse a la mesa con sus padres. Taehyung odiaba como aquel hombre observaba a su esposo, Hoseok odiaba que menospreciara a su esposo, así que por segunda vez experimentaba el odio hacia alguien. Pese a lo que había hecho su abuelo con sus padres no lo odiaba mucho, sabía que a veces vivir en la violencia te hace actuar así. Además su abuelo no era malo con ellos, pero Ji-Sub y Lee eran despreciables.

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